Quintana expresará a Touriño su queja por el secretismo sobre el adelanto electoral

GALICIA

03 sep 2008 . Actualizado a las 02:01 h.

Cuando se anunció que Emilio Pérez Touriño meditaría en vacaciones la posibilidad de adelantar las elecciones, los socialistas y los nacionalistas empezaron a hacer sonar las campanas de la precampaña. Reservaron vallas publicitarias en toda Galicia, se lanzaron reproches mutuos y se esforzaron por vender a los ciudadanos su labor de gobierno. En ambos bandos había cundido la idea de que los gallegos acudirían a las urnas en otoño. Aunque Touriño ha decidido que no habrá adelanto, la precampaña fantasma ha lesionado las relaciones en el bipartito, que empieza un curso político agitado.

Para rebajar las tensiones que se generaron en su ausencia, el presidente de la Xunta ha convocado al vicepresidente gallego y portavoz nacional del BNG a una reunión. Según fuentes nacionalistas, Touriño y Quintana se sentarán mañana, frente a frente, en la residencia oficial del presidente, Monte Pío, en Santiago. Allí mantendrán un encuentro con el objetivo de poner sobre la mesa los principales temas que tiene la comunidad autónoma en este momento. Pero, sobre todo, tratarán de encauzar unas relaciones que han quedado tocadas en las últimas semanas.

Una prueba de ello se dio la semana pasada, en la primera reunión del Gobierno gallego tras las vacaciones: el Consello de la Xunta aprobó el Plan Acuícola, pero los conselleiros nacionalistas no respaldaron esa decisión. Según fuentes del entorno del vicepresidente de la Xunta, «Quintana irá á reunión cunha actitude de reproche pola falta de comunicación sobre o adianto electoral». Ese secretismo, que también cogió con el paso cambiado a los dirigentes socialistas, ha molestado mucho al portavoz nacional del Bloque, que no se enteró hasta última hora de la decisión de Touriño de dejar los comicios autonómicos para la primavera.

Las mismas fuentes nacionalistas explican que Quintana no tuvo ninguna llamada del presidente para comunicarle su decisión hasta el mismo día en que Pérez Touriño lo anunció a la ciudadanía. Fue el jueves pasado. Antes de la reunión del Consello de la Xunta, el presidente socialista se comunicó con el número dos de su Gobierno. Pero fue muy impreciso, según relata un dirigente nacionalista. Ahora bien, Quintana dedujo que no habría adelanto y se lo comunicó al diputado en el Congreso y coordinador ejecutivo del BNG, Francisco Jorquera. Hasta que finalizó la reunión del Ejecutivo autónomo, Pérez Touriño no le dijo a Quintana que no habría adelanto. Fue poco antes de anunciárselo a los periodistas en una rueda de prensa.

Sucesión de críticas

El Bloque había puesto en marcha en agosto su campaña Transformando Galicia. Un autobús con una exposición intentaba publicitar la labor de los nacionalistas en el Gobierno gallego. Y el PSdeG cargó varias veces a lo largo del mes contra la aplicación de la ley de dependencia y contra la «instrumentalización» de las fiestas de mayores. Pero los socialistas quieren quitar hierro a la reunión entre ambos dirigentes. De hecho, ni siquiera quieren confirmar que efectivamente se vaya a celebrar mañana. «Es solo una reunión de trabajo, a nadie le debe extrañar», afirma un alto cargo.