Cincuenta trabajadores que regresan definitivamente a Galicia no pudieron dejar la isla porque el barco que los iba a llevar a Cádiz no atracó por culpa del mal tiempo
09 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Llevaban años en Canarias y querían volver a casa. Después de conjugar la emigración en primera persona y alertados por la recesión económica en Lanzarote y Fuerteventura, casi medio centenar de gallegos iniciaban el pasado lunes una particular peregrinación, en barco y en coche, para alcanzar el santuario que ahora encarna, para ellos, Galicia.
Según la naviera Acciona Trasmediterránea, el mal tiempo fue la causa de que el ferri que debía llevar a los pasajeros de Lanzarote a Cádiz pasase de largo, dejándolos en tierra y con la casa a cuestas. Porque para la gran mayoría el viaje es una mudanza de casi dos mil kilómetros y con varias escalas. Es el caso de Joaquín Morín, de A Guarda, quien metió los diez años de vida en Fuerteventura en un furgón. Con su novia y su perro pasó la noche en el puerto de Los Mármoles, en Arrecife, la capital de Lanzarote, después de que el barco no atracase y la compañía se desentendiera de su situación: «Lo que no pueden decirnos es que nos busquemos la vida durante siete días -el barco de Trasmediterránea une Lanzarote con Cádiz una vez a la semana- cuando hemos dejado nuestras casas, algunos en otra isla; cuando hemos metido todas nuestras pertenencias en un coche, y cuando hemos pagado casi mil euros por el viaje».
Con el coche a tope
José Fontán es otro de los gallegos que han decidido poner fin a la aventura canaria y regresar a su Pontevedra natal, con el coche a tope y un trabajo en el que tiene que estrenarse en cinco días. «Tenía que arreglar mi vida allá para empezar a trabajar el lunes y esto me complica mucho las cosas», explicaba ayer en el puerto, tras pasar la noche en las oficinas de la naviera y a la espera de ser trasladado a un albergue puesto a disposición del pasaje por el Cabildo de Lanzarote, que se ha encargado de atender a los afectados, al igual que la Cruz Roja, que les ha facilitado mantas y artículos de higiene para hacer frente al tiempo de espera, que los tuvo más de 24 horas «tirados» en el puerto. Previsiblemente hoy serán trasladados por Trasmediterránea a Tenerife, donde mañana podrán coger un barco rumbo a Cádiz. El viaje dura dos días, así que llegarán a la Península el sábado. Cuando atraquen en el puerto andaluz les quedarán todavía por delante unas diez horas de coche para llegar, por fin, a casa.