Raikkonen imparte justicia a McLaren

Toni Silva, enviado especial a Interlagos

DEPORTES

Una investigación posterior de la FIA a BMW y Williams estuvo a punto de retirar la corona al finlandés en beneficio de Hamilton

22 oct 2007 . Actualizado a las 18:15 h.

La fórmula 1 es un deporte de equipo y McLaren no funciona como tal. Es un grupo de personas que juntan fuerzas pero en distintas direcciones. El duelo interno entre Alonso y Hamilton había dejado en una lejana niebla al tercer hombre, Kimi Raikkonen y, como en la novela de Graham Greene, estaba escondido pero muy vivo. Ferrari se llevó así el título de pilotos dando una lección a McLaren: si apuestas por dos hombres, si presumes de imparcialidad interna, si te olvidas de los rivales externos, toda esa dignidad de la que presumes te puede explotar en la cara.

El éxito de Raikkonen es el mal menor de Fernando Alonso en una temporada para olvidar. «Kimi se merece este título más que nadie», dijo el asturiano en lo que podía ser una referencia oculta a Hamilton. Y desde luego el inglés ayer no mereció el cetro. Después del fiasco de China, echó por tierra su segunda bola de partido en las primeras curvas: allí se obsesionó con Alonso cuando éste le adelantó por el interior. Lewis no tenía ninguna necesidad de forzar la máquina pero a un novato no se le puede exigir la perfección. Se salió de pista, volvió en el octavo lugar y fruto de esa excursión por la tierra el cambio del coche se le bloqueó durante eternos segundos que lo relegaron al puesto 18.

McLaren se acordó entonces de Alonso, pero nada podía conseguir desde su tercera plaza . ¿Y si le hubieran ayudado antes en otras carreras? ¿Y si no hubiera sanción en Hungría? ¿Y si...? Durante muchas vueltas Fernando rodó como campeón del mundo, las cuentas salían a su favor, pero todos sabían que, aunque Massa rodase líder, sacrificaría su triunfo en casa en favor de su compañero. En el segundo repostaje, Ferrari colocó a Felipe en la pista por detrás de tráfico lento mientras Kimi rodó tres vueltas más con el horizonte despejado. Al final, superó en boxes al brasileño sin levantar sospechas ante los comisarios de la FIA, que este año han cogido gusto a sentirse protagonistas. De hecho, mientras Ferrari desmontaba su parcela del paddock, el organismo anunció que investigaría a los dos BMW y el Williams de Rosberg por la presumible utilización de gasolina refrigerada. Sólo con que dos de ellos hubieran sido expulsados Hamilton se habría proclamado campeón por ascender a la quinta plaza. La FIA descubrió la irregularidad porque las temperaturas de las gasolinas estaban a 12 ó 13 grados por debajo de la temperatura ambiente (el límite es diez), pero al final dejó el incidente sin sanción. Otra decisión habría hundido la fórmula 1.