Un puntito para salir del descenso

FERROL

El equipo verde refuerza su imagen rocosa, aunque generó poco peligro ante un rival de la zona baja

14 dic 2009 . Actualizado a las 17:42 h.

Puntito a puntito y sin perder ya en las cinco últimas jornadas, el Racing sale de la zona de descenso. Triste consuelo para un equipo pensado para subir a Segunda, pero un cierto alivio después de verse durante semanas en las plazas que llevan a Tercera. El empate de ayer en Las Llanas le sitúa ya en el puesto de promoción de permanencia. El equipo verde reforzó ante el Sestao River su condición de bloque unido, de grupo difícil, incómodo, al que es difícil crearle situaciones de peligro, pero evidenció, también, y frente a un rival del furgón de cola, que le cuesta demasiado marcar un gol.

Con un once atípico, con cuatro armarios en la defensa, al Racing le costó cogerle el aire al partido. Se le apagaban las luces al llegar alrededor del área del portero del Sestao River. Intentó jugar rápido, y lo hizo. Control y pase, como mucho. Pero le faltó precisión. Casi siempre se perdía en la maraña de rivales que protegían al ex racinguista Álvaro, que cuidaba de la puerta verdinegra.

El Sestao estaba algo más listo para tirar desde cualquier zona. Así abrió el partido Paredes, al empalmar un balón suelto que se fue a la derecha de Reguero. Durante más de media hora, la única vez que los verdes merodearon la portería fue gracias a un centro-chut de Castiñeiras, incorporado al ataque desde su posición de lateral derecho.

Ibai y Eizaguirre trataban de crear peligro desde las bandas. El primero, uno de los jóvenes jugadores vascos de la categoría, estuvo a punto de abrir el marcador a la media hora, cuando se plantó solo ante Reguero, cuya pierna salvó el 1-0.

Generoso en defensa y participativo en ataque, a Juan le faltaban compañeros con los que asociarse cuando tiraba del Racing hacia adelante. Fue después de un balón parado cuando generó su principal ocasión. El esférico llegó a Curro Vacas y su centro lo cabeceó atrás Franch para que Carlos, solo, enganchase un remate, con el portero vendido, demasiado alto. Llegaron los mejores minutos del equipo verde. Pero el marcador alcanzó inmaculado el descanso.

Como en Barakaldo quince días antes, el equipo se puso las pilas en el descanso. Apenas un cabezazo de Garmendia y un tiro de falta directa de Paredes fue todo el peligro del Sestao River. Con algo más de temple para jugar la pelota, el Racing se hizo con el mando.

Otra vez Franch dejó solo a un rival, de nuevo Carlos, que llegó algo tarde a un balón solo ante Álvaro. Despertó Jesús, apareció el más vivo Sahnoun -había entrado por Curro- de la temporada. Y el Racing llegó con continuidad. El partido pintaba mejor para conseguir un triunfo revitalizante. Faltó el gol. Y los verdes se dejan para el último encuentro del año, frente al Mirandés, los deberes pendientes, salir de los puestos comprometidos, incluido el de promoción.