Autoridades rusas estudiarán en Ferrol el potencial del megabuque

FERROL

Representantes de la Embajada en Madrid visitarán el astillero militar el próximo día 15 para conocer el navío

08 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El buque anfibio Juan Carlos I , el de mayor tamaño construido hasta el momento por los astilleros españoles, ha despertado el interés del Ministerio de Defensa de Rusia. Una delegación de la Embajada del país en Madrid visitará el próximo día 15 la factoría ferrolana, que no solo se encarga de fabricar este barco para la Marina española, sino también de construir otros dos para la de Australia.

En Ferrol, los representantes del país podrán conocer in situ el Juan Carlos I y abordar sus capacidades con los responsables del astillero. La Armada rusa había comunicado oficialmente el pasado septiembre su interés por adquirir un barco anfibio polivalente, y ya entonces manifestó su disposición a sellar un acuerdo comercial para comprar el Mistral francés, el modelo al que se impuso Navantia en la negociación con la Armada australiana.

Pero poco tiempo después la propia Marina rusa dejó claro que el navío francés no era el único que podría entrar en liza en el concurso. A mediados de septiembre, el periódico Rossiskaya Gazeta, recogía unas declaraciones en este sentido de Vladimir Visotski, almirante en jefe de la Armada rusa. «La producción de la naviera española Navantia representa un indudable interés para nuestra Armada. En el Almirantazgo no ocultan que la flota necesita portahelicópteros, pues permitirían elevar sensiblemente su movilidad y capacidad bélica. Por ejemplo, si un buque semejante se hubiera empleado durante el rechazo de la agresión georgiana en Osetia del Sur, la flota del Mar Negro habría cumplido su tarea no en 26 horas, como así se hizo, sino en sólo 40 minutos. No obstante, los almirantes quieren comprar en el extranjero no solo hierro, sino también tecnología», afirmó el militar.

Pese al interés del Ministerio de Defensa ruso por conocer los modelos con mayores capacidades del mercado, los astilleros franceses de la DCN no dan ni mucho menos la batalla por perdida. Tal y como ya hiciera Navantia en colaboración con la Armada española, al enviar la fragata F-100 a Adelaida, un gesto que fue determinante para conseguir un contrato para el diseño de tres destructores gemelos, la Marina de Francia envió el Mistral a finales del pasado mes de noviembre a San Petersburgo.

La visita de las autoridades rusas a Ferrol abre los contactos con el astillero público español, que siempre ha defendido que su barco de proyección estratégica es más barato y cuenta con mayores capacidades que el galo.

Navantia tiene puestas muchas expectativas en su megabuque, que, por su elevado potencial para transportar efectivos humanos y materiales, está indicado tanto para la participación en acciones bélicas como en misiones de paz. En estos momentos mantiene negociaciones con distintos países para intentar venderles este modelo, como es el caso de Sudáfrica y Malasia, aunque en ninguno de los dos casos los programas cuentan con el avance suficiente como para fructificar a corto plazo.