Acaba de presentar en la villa su primer libro, «Destellos de hollín», que ocupó el cuarto puesto en el Premio Azorín del 2000
29 jul 2009 . Actualizado a las 17:42 h.Tenía muy claro que quería ser periodista y lo consiguió. Manolo Méndez (Ortigueira, 1952), aún se sorprende cuando relata que hace casi 60 años un niño nacido en una villa pretendiera luchar por ejercer una profesión para la que tenía que viajar hasta Madrid para estudiar la carrera. Tras 33 años en Radio Nacional de España, este jubilado residente en Madrid aprovecha su ciudad natal para presentar su primera novela, Destellos de hollín.
-¿Cuál ha sido su trayectoria como periodista?
-Estudié en Madrid y tuve la suerte de encontrar trabajo muy rápido. Empecé en Radio Nacional de España como colaborador y me quedé 33 años. Allí ocupé, entre otros puestos, el de jefe de edición de informativos, inauguré Radio 5 Todo Noticias, dirigí el programa de madrugada De aquí al alba y, en los últimos años, me especialicé en turismo y gastronomía. Ahora puedo decir que hice de todo.
-¿Cómo vives ahora la jubilación?
-El ERE de Televisión Española fue para mí una bendición. Me ha permitido, siendo aún joven, poder dedicarme a escribir, algo que me gusta mucho. Espero que me dejen un hueco y, al menos, no perder dinero.
-Acaba de presentar en Ortigueira su primer libro, «Destellos de hollín».
-Escribí la novela en el 2000, pero como tengo la teoría de que no se debe de sacar un libro sin tener la seguridad de que habrá otro, he esperado a tener tiempo suficiente para escribir un segundo libro, que es lo que hago actualmente. Destellos de hollín quedó cuarta en el premio Azorín del 2000 y en octubre tengo previsto presentarla en la Casa de Galicia en Madrid. Aunque ahora escribo mi segunda novela, tengo en mente dos más.
-¿Qué recuerdos guarda de Ortigueira?
-Vengo casi cada mes a ver a mi madre, y cuando lo hago siento que vuelvo a casa, que estoy en casa. Aunque Madrid me ha acogido con los brazos abiertos y me siento tan madrileño como gallego, en Ortigueira todo me inspira. Es una villa muy ilustrada y para mí ha sido todo un privilegio haber nacido en este lugar.