Las dependencias comenzaron a operar en 1995 para incrementar la oferta en A Magdalena
28 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Las únicas galerías comerciales del barrio de A Magdalena se preparan para cerrar sus puertas. Nacieron en 1995 para incrementar la oferta de la zona centro y para aprovechar su enclave -en la primera manzana de las calles Real y Galiano- como lugar bien comunicado y propicio para el paseo. Lo que entonces fue el recurso de la oportunidad ha podido ser 13 años después su perdición, ya que los comerciantes apuntan a su proximidad a la plaza de España, empantanada en obras desde hace seis años, como uno de los factores del declive de esta área comercial.
Las Galerías Ferrol abrieron sus puertas con diecisiete establecimientos de distintos sectores. Desde el pasado verano únicamente cuatro mantienen su actividad, aunque el cierre de negocios se había iniciado casi un año antes, en forma de un goteo prácticamente incesante. En estos momentos, una lencería, dos locales de ropa (una infantil) y otro de prendas para el hogar son los negocios que mantienen sus puertas abiertas en las galerías.
Tres de ellos disponen de otros establecimientos en la ciudad, en donde concentrarán su actividad, y el cuarto está en estos momentos adaptando un local en la calle Magdalena. En cuanto finalicen las obras, lo que no se prevé que se demore más allá de unos meses, se producirá el traslado y las galerías cerrarán.
Factores
La obra de transformación de la plaza de España, con continuos cortes en las calles próximas, ha restado afluencia a esa zona, que se ha dejado sentir en el cierre de establecimientos en la propia plaza y también en las vías próximas.
Los comercios de las Galerías Ferrol aguantan la situación con mayores o menores dificultades. «Hasta después de las Navidades aún no fue tan mal», comenta una empleada de uno de los locales, aunque matiza que desde entonces la caída en la actividad se ha dejado notar más. Curiosamente, tres de los cuatro negocios que se mantienen en las Galerías Ferrol inauguraron este recinto, mientras que el cuarto tiene presencia en el mismo desde hace más de ocho años. Los comerciantes aseguran que, ante el cierre, el propietario de las galerías concedió todo tipo de posibilidades, como la ubicación en otros locales de la zona centro de la ciudad. «Yo espero que lo vuelvan a abrir, que pongan algo nuevo que atraiga a la gente y que tire de esto para arriba», comentan.
En sus momentos de mayor actividad, las galerías contaban con todo tipo de negocios de ropa, de artículos de belleza, una peluquería, un gimnasio y una cafetería, que captaba a un gran número de trabajadores de la zona. Pero poco a poco han tenido que ir cerrando sus puertas, hasta acabar en la situación actual.