Se va Touriño y el PSOE toma ventaja al Bloque

Loís Blanco, lois.blanco@lavoz.es

ELECCIONES GALLEGAS 2009

03 mar 2009 . Actualizado a las 10:14 h.

La renuncia de Touriño y el enroque de Quintana le conceden al PSOE ventaja sobre el que fuera su socio para la nueva tarea que les han encomendado los electores a ambos partidos: ejercer la oposición. Censurado por los votantes, ¿puede Quintana ser el portavoz del Bloque en el Parlamento y batirse desde la tribuna con Feijoo? Puede, claro que sí, pero solo para hacer más profunda en el nacionalismo la herida causada por una derrota que se merece varias tesis doctorales que desentrañe la siguiente paradoja: el partido que se arroga la identidad de Galicia llega al poder tras treinta años de oposición y los gallegos lo desalojan a las primeras de cambio. La suya es una nación de 12 diputados.

La caída empezó con dos Xuntas: Galicia, Galiza

Ni Touriño ni Quintana, ni la pléyade de asesores de ambos, supieron interpretar la repercusión para el electorado de que uno fuera el presidente de la Xunta de Galicia y el otro mandara en la Xunta de Galiza, con una vicepresidencia y cuatro consellerías a su cargo. Un país, un nombre; un gobierno, un jefe. Las coaliciones funcionan cuando las partes anteponen lo que les une a lo que les separa. El bipartito hizo lo contrario y pasaron cuatro años enseñándose las uñas y, por encima, mostrándole al electorado los arañazos.

Algunos alcaldes ponen sus barbas a remojo

Van a cambiar las relaciones en las ciudades, en las diputaciones de A Coruña y Lugo y en decenas de municipios gobernados por coaliciones PSOE-BNG. La subida del PP alimentará los miedos de algunos alcaldes que están cometiendo similares errores a los que el domingo castigó el electorado en la Xunta. Cuando PSOE y BNG avanzaban hacia la hegemonía casi total en las instituciones gallegas, la pérdida de la Xunta recoloca a decenas de alcaldes en una posición a la defensiva. Ya dice el refrán que cuando veas arder las barbas de tu vecino...