Tras varias semanas sin hablar del asunto, el líder del PP se ufana de no aceptar presiones de nadie
16 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El presidente del PP, Mariano Rajoy, negó ayer de forma tajante haber sido coaccionado por el tesorero de su partido investigado por el caso Gürtel, Luis Bárcenas, y aseguró que una de sus virtudes acreditadas es que no acepta «chantajes ni presiones» de nadie.
Tras un tiempo de silencio en torno a este asunto, Rajoy se avino a comentar la situación de Bárcenas, al que el Tribunal Supremo investiga por el cobro de al menos 1,3 millones de euros de la trama Gürtel. «A mí, Bárcenas no me ha chantajeado», dijo el líder del PP, que añadió que no le consta que Bárcenas se «haya llevado cajas con documentos». Rajoy subrayó que la dirección del partido respeta y comparte el modo de proceder del tesorero y está actuando al respecto «con la máxima sensatez y sentido común, sabiendo dónde estamos y lo que hacemos».
Respaldo a Camps
Reafirmó también su respaldo a Francisco Camps e insistió en que «ha pagado sus trajes» porque es absurdo que un dirigente como él «pueda venderse por unos trajes». Para Rajoy, el presidente valenciano está padeciendo una pena «mucho mayor» que la que puedan aplicar los tribunales y reclamó que antes de que se saquen conclusiones se espere a ver «cómo terminan las cuestiones judiciales en marcha», tanto en el Supremo como en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. En todo caso, se mostró seguro de que no se trata de un asunto que merme la ilusión que los votantes del PP puedan tener depositadas en él o en la organización.
Los abogados del PP y de los más de 70 imputados del caso Gürtel en Madrid no conocerán el contenido del sumario central, como muy pronto, hasta después de las vacaciones estivales.
«Asuntos muy sensibles»
El instructor que investiga el tronco principal de la trama de corrupción, Antonio Pedreira, acordó ayer prorrogar hasta al menos septiembre el secreto de las actuaciones. El magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) decidió mantener las reservas sobre sus investigaciones, ya que hay «decenas de diligencias» aún sin completar, según informaron fuentes jurídicas. Entre esas pesquisas pendientes hay «asuntos muy sensibles», cuyo conocimiento público podría dar al traste con nuevas imputaciones y permitir que personas todavía bajo sospecha «destruyeran pruebas», apuntaron estas mismas fuentes.