El proyecto de salida a Bolsa del fabricante estadounidense de automóviles General Motors ya está listo. La oferta pública de venta de acciones, que comenzará en torno al próximo día 18, prevé colocar en el mercado unos 10.000 millones de dólares en títulos.
La empresa espera que los 365 millones de acciones se vendan a entre 26 y 29 dólares. El rango medio de esa horquilla otorgará a General Motors un valor de 50.000 millones de dólares (unos 34.000 millones de euros). Pero si, como esperan las firmas que dirigirán la colocación, la operación se materializa al nivel más alto, la capitalización estaría en el entorno de los 60.000 millones de dólares.
El principal vendedor será el Gobierno estadounidense. Y es que, arrastrada por la crisis financiera, la empresa tuvo que ser rescatada por Washington para impedir su desaparición. El Ejecutivo norteamericano controla en la actualidad el 60,8% de la compañía de Detroit. Con la salida a Bolsa, Washington espera desprenderse de unos 7.000 millones de dólares en acciones, con lo que se quedaría con menos del 50%.
El dinero que recaude el Departamento del Tesoro servirá para recuperar parte de lo que falta por devolver de los 49.500 millones de dólares que las arcas públicas estadounidenses dedicaron al rescate de General Motors. Además, la empresa ha hecho público que está preparada para devolver otros 2.100 millones de dólares de esos fondos.
El Gobierno canadiense, que también participó en el plan de salvación de la empresa, pretende desprenderse de parte de sus títulos para reducir la participación en la compañía.
El rango de valor que adquirirá General Motors en su salida a Bolsa la situará muy cerca de su principal rival, la empresa automovilística Ford, que no necesitó ni el apoyo del Gobierno de Washington ni la declaración de bancarrota a la que también se acogió GM. La capitalización bursátil de Ford es de 48.000 millones de dólares, mientras que la de la japonesa Toyota es de unos 120.000 millones de dólares.