Si los controladores van a la huelga, no habrá militares en las torres porque «no es una situación excepcional»

J.?D.?A. MADRID/COLPISA.

ECONOMÍA

El gestor aeroportuario supliría las posibles bajas con los correspondientes servicios mínimos

02 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Ejecutivo no movilizará a los militares para sustituir a los controladores aéreos si, finalmente, estos deciden convocar una huelga legal. La Ley de Seguridad Aérea establece claramente que solamente en situaciones excepcionales el presidente del Gobierno español puede dejar en manos del Ministerio de Defensa el control de la operación. Y ese supuesto no casa con el ejercicio de un derecho constitucional como es el de huelga.

El propio ministro de Fomento, José Blanco, aclaró ayer que un eventual paro de vigilantes del cielo convocado con arreglo a las normas legales vigentes «no es una situación excepcional, sino prevista». De llevarse a cabo la protesta, y como sucede en otros ámbitos similares, el gabinete de José Blanco, en concreto la Secretaría de Estado de Transportes, establecería los pertinentes servicios mínimos.

El problema es que nunca ha tenido lugar en España una huelga legal de controladores. Y como no hay precedentes, solo el anuncio de esa posibilidad ha cogido a Fomento con el pie cambiado.

Protocolo para emergencias

Blanco trabaja con su colega de Defensa, Carme Chacón, en un protocolo de colaboración para casos de emergencia, y para el que aún no hay fecha. No hay que olvidar tampoco que, aunque en un momento de crisis se optara por militares al mando de las torres, los controladores castrenses no podrían llegar a ellas de un día para otro, pues necesitan, primero, una habilitación y, después, una formación específica en el lugar de trabajo que se podría alargar durante semanas.

Blanco reclamó al sindicato de controladores, la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), que explique las razones de la posible huelga, que sus afiliados votarán mañana en una asamblea.

Los vigilantes del cielo critican la nueva normativa de jornadas de trabajo y descanso, aprobada el pasado viernes por el Consejo de Ministros. La califican de inaceptable. Pero el ministro afirma que el texto recoge varias peticiones de la patronal de los controladores aéreos.

Causas del rechazo

«A mí me gustaría saber, para poder entendernos, cuál es la causa por la que no comparten el decreto, si la causa es que quieren seguir acumulando turnos, como parece que es la causa, que lo digan, pero eso es incompatible con la fatiga y el estrés del que nos hablaban días pasados», dijo Blanco.

La tensión entre ambas partes es elevada, aunque el gestor aeroportuario Aena espera mantener los contactos con el sindicato para tratar de llegar a acuerdos.