Iberdrola acusa a ACS de haber declarado un beneficio de 988 millones de euros cuando cree que perdió 405

Gabriel Lemos REDACCIÓN/LA VOZ.

ECONOMÍA

Es el motivo central de la impugnación presentada por la eléctrica contra las cuentas del grupo de Florentino Pérez

03 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Ya se conocen los motivos por los que Iberdrola llevó las cuentas de su principal accionista, ACS, a los juzgados. La eléctrica vasca acusa a la constructora presidida por Florentino Pérez de haber declarado el año pasado un beneficio bruto de actividades continuadas (en el que no se computarían las plusvalías de la venta de su participación en Fenosa) de 988 millones de euros, cuando según sus cálculos, debería haber consignado unas pérdidas en ese apartado de 405 millones.

La eléctrica vasca apuntala su tesis en un informe pericial que acompaña la demanda, que ya ha sido asignada al titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid, Carlos Nieto. En él acusan a su principal accionista (ACS ostenta más del 12% del capital de Iberdrola) de incumplir las normas internacionales de contabilidad, al no reflejar las minusvalías de sus participaciones.

En este sentido, la eléctrica apunta que el paquete accionarial de ACS en Iberdrola «ha sufrido una pérdida de valor prolongada y significativa», al perder un 34% de su valor en dos años, que «de haberse contabilizado bien, provocaría un ajuste negativo en los resultados del grupo de 900 millones de euros». A eso habría que sumar los 400 millones de minusvalía que Iberdrola atribuye al 30% de la constructora alemana Hotchief que ostenta ACS -por la diferencia entre su valor de adquisición, al que se contabilizaron, y el de mercado- y los 93 millones en los que se habrían deteriorado el resto de las participaciones, lo que sumaría un desfase contable de 1.393 millones.

Tranquilidad en la constructora

Por su parte, fuentes de ACS aseguraron ayer a Efe que «están tranquilos», ya que sus cuentas han recibido el visto bueno de los auditores de Deloitte, que avalaron sin salvedades los resultados presentados por la constructora a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La impugnación es el último paso en la batalla entre las dos compañías, que dura más de dos años y que tiene su epicentro en la intención de Florentino Pérez de lograr una silla en el consejo de la eléctrica, que Iberdrola le niega sistemáticamente «en defensa de los intereses de sus accionistas». La empresa vasca dio a conocer la semana pasada que había adquirido 20.000 títulos de ACS (el equivalente al 0,0064% del capital social), lo que le permitió llevar a su principal accionista al juzgado.