Suman una flota conjunta de mil aviones, que transportarán a 144 millones de pasajeros a más de 480 destinos
04 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Las aerolíneas estadounidenses United Airlines y Continental Airlines anunciaron ayer su acuerdo de fusión, tras una semana de intensos rumores sobre las negociaciones entre las cúpulas de ambas compañías. Con la unión de estos dos gigantes del transporte aéreo se creará la compañía más grande del mundo al superar a Delta Airlines, también norteamericana, y que ostentaba hasta ahora ese título.
Según el comunicado hecho público por ambas compañías, United adquiere Continental mediante un intercambio de acciones valorado en algo más de 3.170 millones de dólares (unos 2.400 millones de euros). Aunque el acuerdo debe pasar ahora por la aprobación de las respectivas juntas de accionistas y, sobre todo, recibir el visto bueno de las autoridades antimonopolio de Estados Unidos.
El antecedente más cercano para valorar la posible decisión tuvo lugar hace algo más de año y medio cuando el Departamento de Justicia estadounidense permitió que Delta Airlines adquiriera la compañía Northwest. Pero los expertos señalaban que si bien en aquella ocasión el Gobierno del ex presidente George Bush no tuvo reparos en aprobar la fusión, no se sabe qué hará el actual presidente, Barack Obama.
Si la unión de ambas aerolíneas es finalmente aprobada por las autoridades competentes, la nueva compañía resultante aventajará a Delta, ya que se hará con el 21% del tráfico aéreo en Estados Unidos, un 1% más del que controla Delta, y con un 8% más que esta última en el transporte internacional.
La empresa resultante de la unión de United y Continental se llamará, probablemente, United Continental Holdings, aunque la marca comercial de la aerolínea será United Airlines. Y los aviones llevarán los colores y el logotipo de Continental. La sede de la nueva empresa estará en Chicago y su principal centro de operaciones será Houston.
La dirección de la nueva compañía recaerá en el actual director general de Continental, Jeffery Smisek. En cuanto al director de United, Glenn Tilton, ostentará el cargo de presidente no ejecutivo por un período de dos años tras los que le sustituirá el propio Smisek.
La nueva empresa tendrá unos ingresos de 29.000 millones de dólares anuales y la fusión permitirá un ahorro de entre 1.000 y 1.200 millones en cada ejercicio desde que empiecen a operar hasta el 2013. En esa última cifra se incluyen los entre 800 y 900 millones que la nueva empresa espera facturar a mayores cada año, gracias al aumento de sus vuelos internacionales.
El resto de las cifras de la operación son también de vértigo, pues la nueva aerolínea tendrá una flota de más de mil aviones, que transportarán a 144 millones de pasajeros a 482 destinos en 59 países. La plantilla conjunta supera de largo los 88.000 empleados
Según un estudio realizado por la firma JP Morgan sobre la nueva compañía que alumbrará la fusión de las dos aerolíneas, esta obtendrá un ahorro del 5% en gastos operativos y generará unos 500 millones de dólares de beneficios extra solo en el 2011.
Los accionistas de Continental recibirán 1,05 acciones de United por cada acción de Continental. Al término de la operación, los accionistas de United controlarán cerca de 55% del capital de la nueva empresa, y Continental el 45%.
Una vía hacia la consolidación
Las aerolíneas de todo el mundo ven en la concentración la mejor salida a la crisis. Y es que, debido a los malos resultados de los últimos años, por la irrupción de compañías de bajo coste, la vía de las fusiones, con la creación de enormes aerolíneas, se ve como la única alternativa para mejorar la economía de escala.
La unión de ayer se produce apenas un mes después de que Iberia y British Airways cerrasen su fusión, un proyecto abierto a la unión de la también estadounidense American Airlines.