Merkel y Sarkozy acuerdan un plan para abrir una línea de crédito que permitiría a Atenas disponer de hasta 30.000 millones de euros financiados con préstamos de los países de la eurozona y el FMI
26 mar 2010 . Actualizado a las 13:11 h.El presidente permanente del Consejo es un belga; el temporal, un español; el de la Comisión, un portugués, y el del Parlamento, un polaco. Además, la alta representante para la política exterior es británica. Pero en Europa, quienes siguen mandando son Alemania y Francia. Angela Merkel y Nicolas Sarkozy dejaron anoche bien claro el poder del eje francoalemán al pactar un principio de acuerdo político para el rescate financiero de Grecia durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra desde ayer en la capital belga. Al cierre de esta edición, los líderes debatían los detalles del proyecto, que consistiría en abrir una línea de crédito financiada con dinero de los países de la eurozona, a través de préstamos bilaterales (la legislación europea veta la posibilidad de un rescate coordinado), y del Fondo Monetario Internacional, que aportaría una cantidad «sustancial pero no mayoritaria», según informaron fuentes diplomáticas. Esa bolsa, que podría dotarse con 30.000 millones de euros, permitiría a Atenas echar mano de la ayuda de sus socios en cuanto la necesitase, una solución que contenta a Alemania, que no quiere poner dinero encima de la mesa hasta que Grecia no lo solicite oficialmente, algo que la opinión pública germana, a las puertas de unas elecciones regionales en Renania, el Land más importante del país, valorará como un triunfo de Merkel. Máxime porque, además, la canciller ha logrado también que la aportación bilateral sea voluntaria. Al resto de países del euro también les conviene ese mecanismo, por lo que supone de barrera psicológica contra los ataques de los mercados a la moneda única: si alguien va a por Grecia, Grecia no está sola y tiene cómo defenderse. Ayer, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que España está dispuesta a aportar hasta 2.000 millones de euros. El equipo del presidente se encargó ayer de subrayar que Zapatero tuvo «un importante papel» en las reuniones bilaterales celebradas entre los líderes para ir limando las reticencias de Merkel, que llegó a Bruselas negándose a convocar una reunión del Eurogrupo, el órgano al que corresponde acordar el rescate y del que forman parte los Gobiernos de la eurozona. Al cierre de esta edición, esa institución ya debatía la solución francoalemana