La UE prohibirá a finales de año dar más ayudas anticrisis a las empresas

Juan Oliver

ECONOMÍA

Almunia se muestra partidario en la Eurocámara de retirar «cuanto antes» los planes de rescate para la banca

13 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La Unión Europea revocará a finales de este año los permisos excepcionales que concedió a los Estados miembros para otorgar subvenciones de hasta medio millón de euros a las empresas afectadas por la crisis, a pesar de que aún existen serias dudas de que algunos países, entre ellos España, hayan salido de la recesión antes de esa fecha.

Así lo advirtió ayer el nuevo comisario de Competencia y responsable en funciones de Asuntos Económicos y Financieros, Joaquín Almunia, durante su comparecencia en la Eurocámara previa a la aprobación de su nombramiento por parte de esa institución. «Hay que poner en marcha una estrategia de retirada de las ayudas gradual y ordenada que tenga en cuenta la situación de la economía», dijo el comisario español.

Tanto la eurozona como la UE en su conjunto, y muchos de sus socios de manera individual, han empezado a abandonar los números rojos de la recesión. Pero, tal y como el propio Almunia reconoció horas antes de su intervención, aún es pronto para que ese crecimiento se transforme en creación de empleo, especialmente en países como España, donde ni siquiera está garantizado que la evolución del PIB sea positiva a finales del 2010.

Aun así, el comisario consideró que Bruselas no debe prorrogar el marco de las ayudas excepcionales a las empresas, que además de las subvenciones directas también incluye otras fórmulas como los avales y garantías para los créditos, y que podrían producir serias distorsiones en la libre competencia si siguen en marcha cuando la economía se estabilice. «La Comisión tiene que decidir cuándo retira la flexibilidad en las ayudas de Estado, y si todo sigue así, será a finales de este año», afirmó.

Ayudas a las cajas

Almunia no quiso, sin embargo, ponerle fecha al final de los planes de ayuda al sector financiero, como el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) español, del que depende en gran parte la posibilidad de fusionar las cajas gallegas ya que con ese dinero se podrían financiar las prejubilaciones y los despidos que conllevaría el proceso de unión. Pero sí avisó de que la Comisión vigilará estrechamente que esos fondos se utilizan correctamente y que no acaban otorgando ventajas comparativas precisamente a aquellos bancos en cuya nefasta gestión se originó la crisis.

«Hay que recuperar cuanto antes las reglas del juego y la igualdad de trato», advirtió el nuevo comisario de Competencia, quien prometió «mano firme» para que las entidades que han recibido ayudas vuelvan a dar créditos en condiciones normales a familias y empresas. Además, añadió que Bruselas los presionará para que se reestructuren, incluso forzándolos a que realicen desinversiones y a que devuelvan las subvenciones recibidas en cuanto sus balances se lo permitan.

Durante su comparecencia, Almunia respondió a una treintena de preguntas de eurodiputados de casi todos los países, muchos de los cuales insistieron en la importancia de la política de competencia para recuperar la economía. Como el socialista gallego Antolín Sánchez Presedo, quien esgrimió una cita del ex presidente de la Comisión Jacques Delors que Almunia hizo luego suya: «La UE se basa en la competencia entre empresas, en la colaboración entre Estados y en la solidaridad entre ciudadanos».

En ese sentido, el comisario mostró su convencimiento de que las empresas europeas solo podrán competir en el exterior «si son capaces de invertir y crear empleo en el mercado interior», cuya limpieza se comprometió a garantizar combatiendo las ayudas de Estado ilegales, los carteles industriales que pactan precios, las fusiones que atentan contra los derechos de los consumidores y las situaciones que permiten a una firma abusar de su posición de dominio.