El líder sindical critica la reforma fiscal «poco ambiciosa» del Ejecutivo.
22 oct 2009 . Actualizado a las 14:34 h.El secretario general de CC.?OO., Ignacio Fernández Toxo (Ferrol, 1952), defiende, apelando al sentido común ante la situación económica actual, la subida de impuestos diseñada por el Ejecutivo, aunque discrepa de su insuficiente alcance. Crítico se muestra también con la nebulosa que planea sobre la ley de economía sostenible, proyecto estrella de Zapatero para cambiar el modelo productivo, pero poco consecuente con el recorte presupuestario que el área de I+D+i tendrá el próximo ejercicio.
-Ha hecho un llamamiento a una gran movilización en diciembre, pero es contrario a una huelga general...
-Son dos cuestiones distintas. Estamos con un atasco muy importante de la negociación colectiva, fruto de una decisión consciente y premeditada de la CEOE. Hay convenios sin firmar, otros incumplidos, y eso es lo que está determinando la movilización. La huelga general tendría que responder a otras situaciones. Y en tanto el Gobierno resista la presión de quienes le invitan a tomar la vía de en medio en la reforma laboral, y a quienes le llaman a reducir cotizaciones que podrían poner en riesgo nuestro sistema de protección social, en tanto esa situación se mantenga, la huelga general no debería formar parte de la agenda del país.
-¿Y la negociación con la patronal? ¿Y el diálogo social?
-La patronal tiene ante sí la oportunidad de hacer un gesto importante antes de que se materialicen las huelgas. Que desbloquee la negociación colectiva, que cumpla los convenios que están sin aplicar, y entonces nos sentamos a negociar. Con buena voluntad se puede llegar a acuerdos importantes.
-¿Cómo valora que Zapatero justifique a la vez como política de izquierdas bajar los impuestos y luego subirlos?
-Esa zona de equívocos en los que se ha movido la izquierda española y europea con relación a la función de la fiscalidad ha sido muy deseducativa. Según como evoluciona el ciclo económico, no se puede decir que subir los impuestos sea de izquierdas y bajarlos de derechas. En este caso, subirlos es de sentido común. Es imprescindible ensanchar la base fiscal para que se puedan abordar las políticas que son necesarias para atender a las personas, para dinamizar la actividad y proyectarse hacia el futuro. Sobre la tributación de las rentas altas, me pareció lamentable el espectáculo, con bastantes ribetes demagógicos, que se desató en verano con aquellas afirmaciones de 'le vamos a subir los impuestos a los ricos', y que luego no se correspondió con lo que se está planteando. Creo que hay que actuar con más rigor.
-¿La reforma debería haber sido más ambiciosa entonces?
-Mucho más, porque la que ha puesto en marcha el Gobierno supone una distribución más injusta de la presión fiscal.
-Hay comunidades que tienen salario social, pero el Ejecutivo ha dejado en temporales los 420 euros.
-Me preocupa la dinámica de diferenciación por comunidades en relación con las políticas de protección social. El Gobierno debería haber dado ese paso. Habría sido más justo modificar las rentas activas de inserción y que, desde su configuración de derecho subjetivo, se permitiera el acceso a grupos que ahora están excluidos.