Mato asume personalmente las riendas de la negociación y busca un inminente fin de la huelga

Luis C. Saavedra / M. Sío Dopeso

ECONOMÍA

19 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La presión de los trabajadores del metal en la calle y la negativa de la patronal a retomar la negociación mientras siga en pie la huelga indefinida y los ataques a sus intereses ha obligado a la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, a asumir personalmente las riendas del conflicto.

Horas antes de su entrevista con los sindicatos (UGT, CC.??OO. y la CIG) los líderes de las tres centrales dejaban clara su postura en una asamblea celebrada en la plaza del Rei. Bajo un sol plomizo y a 30 grados de calor lanzaban el siguiente ultimátum: «Si no se alcanza un acuerdo pronto, habrá huelga general», exclamaron.

Poco después, uno a uno, los secretarios del metal de las tres centrales desfilaban por el despacho de Mato en Santiago de Compostela. Diego Atanes, responsable de UGT, pidió a la conselleira la convocatoria «cuanto antes» de la mesa de negociación. Eso sí, reclamó mediadores «de mayor rango», dado el endurecimiento de la postura de la patronal.

La CIG trasladó a Beatriz Mato un mensaje muy parecido y, según palabras del responsable del metal del sindicato nacionalista al término de la reunión, «parece que existe disposición por parte da conselleira de tomar as rendas da negociación».

Ramón Sarmiento, secretario del Metal de CC.?OO. solicitó a Mato la «inmediata» reanudación de las negociaciones, petición que fue contestada por parte de la responsable autonómica con el compromiso de restaurar el diálogo «en cuestión de horas y con disciplina», según explicó Sarmiento.

Enquistamiento

La propia conselleira calificó como «positivas» las reuniones mantenidas con los representantes de los tres sindicatos presentes en la negociación del convenio del metal, y aseguró que «todos os portavoces sindicais amosaron a súa predisposición a a chegar a un acordo». Mato trasladó a los sindicalistas la preocupación del Gobierno gallego por el «enquistamento dun conflito que non nos podemos permitir e que está repercutindo nas empresas nun momento moi complexo para o tecido económico de Galicia».

Una vez conocida la posición de los tres sindicatos, la responsable de Traballo se entrevistará esta mañana con los representantes de la parte patronal que estará personificada por los presidentes de las asociaciones Asime, Atra, Foncalor, Instalectra y Feca.? Fuentes sindicales consultadas tras el encuentro manifestaron su convencimiento de que, en función de la actitud que hoy manifiesten los empresarios, la convocatoria para reanudar las negociaciones podría fijarse para esta misma tarde. «La idea es sentarse a negociar y no levantarse, si hace falta, durante todo el fin de semana, hasta firmar el convenio», explicaron.

Pese a la buena disposición, los sindicatos mantienen en pie la convocatoria de huelga indefinida que solo se desconvocaría el próximo lunes si se produjeran avances significativos.?

Feijoo pide reflexión

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo hizo ayer un llamamiento a la calma y a la responsabilidad de las partes y aseguró que la Xunta está haciendo todos los esfuerzos posibles para que finalice el conflicto. Explicó que los representantes del Ejecutivo gallego «nunca han estado tanto tiempo en un conflicto y serán los últimos en levantarse» de la mesa de negociación. Recordó el presidente autonómico que la huelga, que es un derecho constitucional, «no incluye en ningún caso la extorsión, la violencia y la fuerza».

Horas antes, el PSdeG había reclamado al presidente de la Xunta «un ejercicio de responsabilidad» que lo llevara a asumir un papel de mediación activa en el conflicto del metal de la provincia de Pontevedra, «ante el fracaso y la incapacidad de la conselleira de Traballo, Beatriz Mato». Según el parlamentario y portavoz de Economía, Industria e Innovación del Grupo Socialista, Abel Losada, el resultado de la intervención de la Administración en el conflicto «se trata de una muestra más de la falta de interés del PP por la situación de los trabajadores gallegos». ?