Los concesionarios gallegos cerraron ayer las primeras operaciones de venta de coches beneficiadas por el plan autonómico que bonifica la compra con ayudas directas de entre 500 y 1.500 euros, siempre y cuando el cliente se desprenda de un vehículo de más de 10 años de antigüedad.
«La afluencia es la misma que en días anteriores, pero ya se ha hecho alguna venta con el nuevo plan», aseguraba a primera hora de la tarde de ayer Edmundo Portolés, director general del Grupo Ibericar Galicia.
Los clientes que durante el primer día hábil de acceso a las ayudas se acercaron a los puntos de venta acudieron con la certeza de que la compra les iba a salir hasta 3.000 euros más barata que 24 horas antes. «Ya contaba con 1.500 euros de rebaja del concesionario, pero ahora con los otros 1.500 por la compra de vehículo industrial lo tengo clarísimo», afirmaba ayer Roberto Guntín, con la mirada puesta en una Citroën Berlingo gris.
Sin confirmación oficial
Los concesionarios echan de menos ciertas explicaciones. Ayer, a mediodía, carecían de información oficial que certificara la entrada en vigor del plan autonómico de ayuda a la compra de coches, bautizado también como plan re-Móvete.
Tampoco tienen la certeza de cómo ni cúando van a recibir el abono por las ayudas que van a tener que adelantar a cuenta de la Xunta (entre 500 y 1.500 euros) y el Gobierno central (500 euros más), cuyo coste supondrá, según estimaciones de este sector, un desembolso de 150.000 euros al mes por concesionario, partiendo del supuesto de que, gracias a estos incentivos, se dará salida a unas 100 unidades al mes.
La Xunta aseguró ayer que liquidará su parte de la subvención a finales de cada mes. El Gobierno se ha marcado un plazo de 30 días para saldar la deuda con los concesionarios. Ambos Ejecutivos tramitarán las transferencias a través de la fundación Fitsa, de la que forma parte la Administración y las patronales del sector del automóvil, que canalizará las ayudas
Pero como la prioridad es vender, todos los esfuerzos del sector se volcaban ayer en hacer llegar al consumidor un mensaje claro, «las ayudas están garantizadas desde el primer momento para todos los que se ajusten a los requisitos del plan», insistían. Con la subvención, los distribuidores prevén incrementar las ventas un 15% solo en Galicia y contribuir así a aligerar el stock de vehículos, que supera las 400.000 unidades en toda España.