La firma elude la confrontación con productores y distribución y apuesta por productos innovadores para sortear la crisis
14 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Su mensaje es claro: el modelo de negocio de Puleva es distinto al de la «inmensa mayoría» del sector, ya que el 80% de lo que comercializa son lácteos adaptados y solo un 20% es leche básica. El subdirector general de Comercial y Márketing de este gigante del sector subraya la innovación y la diferenciación de sus productos como fórmula para «sortear» la crisis mejor que la competencia, y despeja dudas sobre el futuro de la planta que Puleva posee en Nadela (Lugo). «Vivimos nuestra particular crisis hace 15 años, cuando en 1994 suspendimos pagos, y de aquello extrajimos muchas lecciones», declara.
-En un momento difícil, crítico para el sector lácteo, ¿cuál es la situación de Puleva?
-Nuestro modelo de negocio es diferente y eso nos ha permitido sortear la crisis de manera relativamente satisfactoria, por eso no estamos padeciendo las dificultades que, desgraciadamente, afectan a nuestros competidores. El nuestro es un modelo de valor, no de volumen.
-Pascual acaba de anunciar el cierre de su planta gallega. ¿Qué planes tienen ustedes para su instalación de Nadela?
-Tenemos cuatro fábricas en España, estratégicamente situadas. Tuvimos la suerte de que, entre el 2000 y el 2006, acometimos un proceso de reorganización y racionalización industrial y hoy tenemos las fábricas que necesitamos: en Granada, en Sevilla, en Lleida y en Lugo.
-Así que no corre peligro...
-En absoluto. Allí se procesan entre 150 y 160 millones de litros al año. Es una planta en la que hemos invertido 12 millones de euros entre el 2003 y el 2008 en su modernización, y esto ratifica nuestra apuesta por ella. Goza de una excelente salud y abastece al cuadrante noroccidental de la Península por lo que, logísticamente, tenemos que tener una planta en Galicia. Además, es una fábrica multiproducto de donde salen, por ejemplo, Puleva Calcio o Puleva Omega 3, así como lácteos líquidos infantiles, productos de alto valor añadido, lo cual le garantiza la continuidad.
-¿Tienen previsto aumentar o reducir el volumen de producto que procesan allí?
-No. En el 2008 se hizo una ampliación de su capacidad productiva del 30%. Nuestro volumen allí es estable y en lo que trabajamos es en el proceso de sustitución, es decir, sustituimos leches básicas indiferenciadas por leches adaptadas que satisfacen necesidades nutricionales de los distintos segmentos de población. No pretendemos vender más, sino mejor.
-Los productores acusan a la industria y a la distribución de introducir leche foránea y de baja calidad a través de las marcas blancas, con lo que los precios se hunden...
-No entramos en la confrontación con el sector ni con la distribución. Nosotros nos dedicamos a ofrecer al consumidor salud a través de la alimentación. Este año vamos a lanzar más de veinte referencias nuevas, estamos alejados de esa fuente de controversia y polémica.
-¿Han notado el desvío de los hábitos de compra a marcas blancas, de menor precio?
-Nuestras ventas han bajado en torno al 5%, que es un recorte asumible y en ningún caso traumático. Nos hemos dedicado a mejorar el mix de nuestra cartera de productos, porque para nosotros lo importante no es tanto el volumen ni la cuota de mercado como la rentabilidad de la cuenta de explotación. Y, afortunadamente, gozamos de una magnífica situación financiera. Nosotros estamos en otra guerra, la de la innovación, que es lo que nos diferencia. La marca de la distribución -nunca marca blanca- no es la causa sino la consecuencia del debilitamiento del sector y crece cuando no hay innovación, cuando el mercado se banaliza. Para Puleva, estas marcas son un estímulo para seguir diferenciándonos.
-Los ganaderos se quejan de que el precio al que les pagan la leche no les cubre los costes.
-El precio en origen en España es el más alto de Europa. En una economía de mercado, está sujeto a la oferta y la demanda. En octubre del 2007 el litro alcanzó los 50 céntimos y las industrias nos adaptamos. Son ciclos, aunque el precio actual es superior al del 2006 y al del 2007, antes de dispararse. Pasamos de 28 a 52 céntimos, y ahora estamos en 32. Es necesario que todos los eslabones de la cadena generen beneficios para que el sistema sea viable. La riqueza se puede compartir.