El responsable de la Reserva Federal (FED), Ben Bernanke, insistió ayer en insuflar un cierto «optimismo» a la salida de la crisis, aunque al sector financiero norteamericano aún le quedará pasar un largo desierto. Este mismo organismo adelantó ayer que Citigroup y Bank of America precisarán nuevas inyecciones de capital público, tras las ayudas millonarias que ambas entidades recibieron en el 2008.
Este hecho lo ha puesto de manifiesto el «test de estrés» realizado por la Reserva Federal a los mayores bancos del país. Según The Wall Street Journal s, este análisis exhaustivo concluyó que Citigroup y Bank of America deberán aceptar nuevas inyecciones de capital para asegurar su estabilidad. Ambas entidades cerraron el primer trimestre del 2009 con beneficios, tras completar el ejercicio anterior con pérdidas.
La Reserva Federal estadounidense, responsable de la supervisión de las entidades bancarias, mostró en los últimos días a los bancos los resultados de ese test. En dicha prueba se analizó la resistencia de los mercados financieros más importantes. Como consecuencia del examen, las entidades que no han demostrado la capacidad de resistencia suficiente deberán aceptar ese nuevo capital. No obstante, indica The Wall Street Journal, tanto Citigroup como el Bank of America negaron tener que asumir una nueva inyección de dinero.
Según el Gobierno de Barack Obama, la gran mayoría de los diecinueve bancos que se han sometido al test han superado la prueba. Por el contrario, varias versiones diferentes de prensa en los últimos días afirmaban que algunos institutos deberán aumentar en previsión sus reservas de capital, unas noticias que repercutieron en los datos de la Bolsa. Además, el mayor retroceso en la Bolsa estadounidense lo protagonizó Bank of America y Citigroup debido a esa necesidad de más capital.
La Reserva Federal pretendía presentar el lunes algunos datos del test. Sin embargo, esto ya podría ocurrir antes del fin de semana.
Los tipos, en estudio
Por su parte, el Comité de Mercado Abierto de la FED inició ayer una reunión de dos días para analizar la política monetaria, sin expectativas de rebaja en los tipos de interés, situados desde el mes de diciembre entre el cero y el 0,25 por ciento. No se prevén nuevos recortes por el momento.
La atención de los mercados estará centrada en el diagnóstico de la situación económica ante la posibilidad de una ligera mejoría. En el último mes, se han dado a conocer algunos indicadores sobre la evolución de ciertos sectores, especialmente los relacionados con el mercado inmobiliario. El presidente de la Reserva Federal afirmó que se percibían «señales tentativas» de que el brusco declive en la economía se estaba suavizando.