Una incesante retirada de fondos sigue adelgazando CCM

ECONOMÍA

28 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Se cumple mañana un mes desde aquel domingo que contrajo la respiración a todo el sistema financiero español. Cuatro semanas después de que el Banco de España rescatara Caja Castilla-La Mancha (CCM) de una situación «extrema», la entidad manchega, que no tiene sucursales en Galicia, apenas logra remontar el vuelo. Representantes sindicales de los trabajadores estiman que desde la intervención del supervisor, los ahorradores han retirado hasta 1.000 millones de euros, que sumados a los 2.500 del último año -cuando empezó a especularse sobre la situación de la financiera- dejan a la firma ante un complejo laberinto.

La sangría, escenificada en la retirada lenta pero incesante de fondos de los clientes, tuvo un buen ejemplo en Madrid hace apenas una semana. Entre los días 20 y 23 de este mes, tras unas informaciones sobre la posible disolución de la caja, en las oficinas de la entidad en Madrid se retiraron 100 millones de euros. «No hay quien sostenga esto, y no se logra limpiar el nombre de CCM», explica una fuente sindical. Hay algunas entidades que han hecho su agosto recogiendo ahorradores rebotados.

El goteo de bajas ha sido incesante, pero en la entidad hay constancia que desde el pasado martes se ha logrado invertir la tendencia: hay más captación de pasivo que el que sale de la caja. Una noticia algo alentadora. «Los administradores -dicen las mismas fuentes- han logrado ir saneando las cuentas». Sin embargo, los próximos números que presentará CCM, los del cierre del primer trimestre, serán negativos. Se esperan pérdidas, como al acabar el 2008, aunque entonces se maquillaron para presentar unos falsos beneficios.

De momento, el pasado jueves representantes del Banco de España, y ayer la propia dirección provisional de la caja ratificaron a los trabajadores que la disolución de la entidad es «la última posibilidad». Su venta en trozos y posterior desaparición se presentó por algunas fuentes financieras como única salida.

La liquidación, lo último

De las declaraciones que han transmitido los gestores a los trabajadores se deduce que el Banco de España no cree oportuno liquidar una entidad financiera por la crisis de confianza que podría derivar en el sector y la vista de que CCM no será la única firma intervenida. Tampoco se antoja como una salida viable por el coste económico que tendría, y que habría de asumir la Administración; es decir, se perdería dinero público.

Por lo pronto, un mes después de aquella intervención, en la caja siguen 11 de los 13 altos cargos que dirigían la entidad hasta aquella fecha. Solo han sido relevados el presidente -el controvertido Juan Pedro Hernández Moltó- y el director general. Los sindicatos han pedido a los administradores que destituyan a quienes no lograron impedir la caída de la caja, pero ayer mismo les comunicaron que es complicado porque supondría fichar a otros ejecutivos y gastar más. En la actualidad, Gorka Barrondo es el responsable de la firma, de forma temporal. Es uno de esos directivos, responsable de riesgos financieros, pero tiene apoyo entre los trabajadores.