El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, reclamó ayer una reforma «urgente» del mercado laboral español, advirtiendo que son precisamente sus múltiples deficiencias las que están motivando el «rotundo fracaso» en la reducción de las tasas de paro. En un acto organizado por la Federación de Usuarios de Cajas, Fernández Ordóñez cargó especialmente contra el modelo español que combina la indemnización por despido (íntegramente a cargo de la empresa y que se abona de una vez) con la prestación por desempleo que percibe quien pierde su trabajo.
Para el gobernador, ambas medidas tienen efectos muy negativos sobre el mercado laboral, pues desincentivan la contratación y también la movilidad de trabajadores entre empresas. Pese a ello, se mostró contrario a centrar exclusivamente el debate sobre el abaratamiento del despido, aunque insistió en que «el sistema español es ineficiente».
«La grave crisis de desempleo que estamos sufriendo actualmente debería llevarnos a examinar qué podemos cambiar de nuestro mercado de trabajo», apuntó, para reclamar de nuevo reformas estructurales. Y es que, sin ellas, manifestó Fernández Ordóñez, será «altamente improbable» que la economía española pueda crecer nuevamente a las tasas en las que lo hizo en el pasado.
La opinión del gobernador choca con el compromiso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de mantener e incluso ampliar la cobertura a todos los desempleados, compromiso que reiteró en su última comparecencia ante el pleno del Congreso.
En este sentido, Fernández Ordóñez abogó por abandonar el modelo patrio de cobertura del desempleo -pese a que en su día fue similar al de otros países europeos, tras las reformas llevadas a cabo por estos últimos, ahora resulta muy diferente- y puso como ejemplos de sistemas alternativos el de Dinamarca y el de Austria. Igualmente, defendió la necesidad de avanzar en el terreno de la productividad, afirmando: «Lo que hagamos para mejorarla puede ayudarnos a salir más rápidamente de la crisis».
No descarta intervenciones
Otro de los temas sobre los que se pronunció fue el relativo a la posibilidad de que el Estado tenga que intervenir alguna entidad financiera, tal y como ha ocurrido en otros países. En este sentido, el gobernador no descartó que tal situación pueda llegar a darse, aunque insistió en que «aquí hasta ahora no ha sido necesario rescatar a nadie».
Admitió también el problema de la creciente morosidad, que afecta a las cuentas de resultados de las entidades y que las obligará a tomar decisiones sobre si precisan o no acometer reestructuraciones, ya sean fusiones o reducción de sucursales.
Con respecto a la polémica sobre los abultados beneficios de la banca, en un momento especialmente delicado socialmente, ante la escasez de crédito, el responsable del Banco de España declaró. «Todos debemos estar contentos si los resultados de las entidades financieras son buenos» porque estos son su primera línea de defensa frente a la crisis. «Otra cosa es el reparto de esos resultados», añadió, para advertir que la crisis puede ser «muy duradera», por lo que «deben dejar recursos dentro de las instituciones, no como en otros años». En este sentido, el órgano supervisor vigila «estrechamente» las provisiones que realizan los bancos.
Fernández Ordóñez se mostró convencido de que el Banco Central Europeo, en su reunión de marzo, anunciará una nueva rebaja en los tipos de interés para la eurozona, que actualmente están en el 2%, por considerar que el presidente del organismo, Jean Claude Trichet, afirmó que hay «margen para los recortes».