Jaime Guardiola, consejero delegado del Banco Sabadell
03 feb 2009 . Actualizado a las 12:10 h.El crac financiero, especialmente en la segunda mitad del año 2008, ha llevado a la gran banca ha presentar resultados a la baja, optando por la precaución. Con eso mismo, con cautela, expone Jaume Guardiola sus apreciaciones sobre la crisis, sobre la que advierte algún cambio: «En el 2009 el problema no va a ser la crisis financiera, van a ser los ajustes de precios en la economía real».
-¿En qué momento nos hallamos en el desarrollo de la crisis financiera?
-Creo que la crisis financiera está en una fase de vuelta, el ajuste en las cuentas de las entidades ha sido brutal, los problemas de liquidez y desconfianza están ya más o menos absorbidos por las medidas tomadas, como el plan de avales, las subastas de activos... Se ha pasado el ecuador de su camino. El problema es la economía real, donde la crisis está en un momento álgido. Y una cosa tiene que ver con la otra, porque la financiación se puso muy cara.
-Dice que estamos en el ecuador, pero ¿podremos ver medidas drásticas, que el Estado entre en el capital de algún banco?
-Es posible, sí, pero hasta ahora no ha pasado en España, y sí en otros países, donde ha habido hasta una segunda vuelta de capitalización. Eso es sintomático. El sistema español está más pegado a la realidad, más blindado. La hipótesis de que se produzca es posible, está contemplada en un real decreto, pero si sucede eso, lo importante es que se haga de tal forma que facilite procesos de reestructuración y concentración, que mejore la oferta del sistema. El que tenemos ahora corresponde a una época de alto crecimiento, y sería normal que si hay capitalización se acompañe de medidas de ajuste. Solo saben si eso va a pasar las entidades que estén en problemas o los reguladores.
-De la atomización actual, ¿se pasará a diez, cinco grandes entidades en España?
-No sé si tanto. Va a haber una concentración, tiene lógica, ahora, está por ver cómo se produce. No hay una solución preestablecida. Igual dentro de cinco años es lógico que veamos menos entidades. ¿Cuántas? No sé. Tal vez se especialicen a cada territorio, ahora que algunas han optado por internacionalizarse.
-Ustedes se han caracterizado por comprar bancos. ¿Tienen pensadas más compras, por ejemplo el Pastor?
-No, no ha habido nada, de nada de nada. Nosotros somos un banco que se siente fuerte, preocupado por presentar unos niveles de capital fuertes, de cobertura de morosidad para pasar esta crisis. Esa es nuestra preocupación. Tras pasar la crisis, veremos el escenario y si hay oportunidades. Pero ni hay plan ni estamos pensando en ninguna firma. Y no creo que nadie esté en esa posición.
-Los bancos ya no dan créditos. Esta frase que se oye en la calle, ¿es cierta?
-Hay una parte de realidad, que el crédito crece de forma menor al 2007. Y en el 2009 será positivo, pero cercano a cero. Es una realidad. Pero para mantener esos niveles, esa masa, hay que dar muchos créditos, 45.000 millones. Y si yo no doy, se me cae un tercio del balance. Así que estamos dando. Pero ha caído la demanda de promotores, por ejemplo. Las condiciones se han endurecido, sí, porque los titulares que lo piden tienen menos ingreso y más riesgo. Y el banco que no lo haga, desaparece. Ojalá hubiera demanda de crédito, ojalá el país creciera al 5%. Hay que ponerle un poco de tranquilidad al tema, es poco prudente señalar a los bancos por este tema.