Una cadena de supermercados limita a diez kilos por cliente la venta de arroz en Portugal

ECONOMÍA

27 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El grupo alemán Lidl ha impuesto un límite en la venta de arroz de diez kilos por cliente en supermercados de Portugal. La noticia con la que han iniciaron la semana los ciudadanos lusos, asfixiados ya ante la continua escalada de precios en los productos alimenticios, fue confirmada por la asociación nacional de industriales del arroz de Portugal (Ania).

La medida «está justificada por la escasez de materia prima», según informan los carteles a los consumidores en los establecimientos. Ayer el racionamiento todavía no había afectado a la zona fronteriza con Galicia. La Voz pudo constatar que, en el supermercado de la cadena, ubicado en Valença do Minho, no se estaba aplicando ningún límite a la venta de este cereal.

Sin embargo, la repercusión es patente en prácticamente todo el país. El secretario general de la asociación de industriales del arroz, Pedro Monteiro, también transmitió su «preocupación», aunque, a la vez, hizo un llamamiento a la calma, manifestando que «el abastecimiento, a día de hoy, está asegurado, solo habría que llegar a las restricciones o racionamientos si Tailandia frena las exportaciones».

La entidad desconocía a última hora de ayer las razones por las que el grupo alemán ha optado por poner en marcha esta limitación, si bien confirmó que «es la única cadena o establecimiento en todo el país que ha tomado una medida así». Monteiro apunta la posibilidad de que se trate de una «cuestión de márketing» aunque tampoco descarta que lo que pretenda sea «evitar que los profesionales se hagan con toda la mercancía, para asegurar el producto a todos los consumidores». En todo caso, puntualizó, la limitación no es exhaustiva, «lo grave vendría si cada ciudadano alcanzara esa cota y comprara diez kilos».

Sin embargo y, sea cual sea la motivación, la respuesta del consumidor podría no hacerse esperar porque «la preocupación es latente y noticias así pueden llevar a la población a comprar en grandes cantidades, pero si la media de consumo se mantiene como en años anteriores, no habrá problemas».

La asociación anunció hace poco más de un mes que «en Portugal la situación es preocupante, porque hay menos arroz disponible en el mercado». Ayer, reiteró que, aun así, el posible racionamiento estaría siempre vinculado a un cierre de exportaciones por parte de Tailandia. Pedro Monteiro resaltó, por otra parte que, medidas como la adoptada por el grupo alemán «van a crear mucha tensión en el mercado aunque no haya motivos para la alarma».

Precios

Respecto a la subida en el precio del cereal estrella de la gastronomía lusa, Monteiro señaló: «Ahora aún se está consumiendo y vendiendo el que tenemos almacenado, pero sí se encarecerá porque el nuevo ya lo estamos comprando mucho más caro».

Esta tendencia ya se empieza a notar en el sector de la restauración, en el que se han empezado a modificar las cartas para poder equilibrar los gastos. Una ardua labor en el país de los arroces caldosos, en el que el 70% de los platos tienen como base el cereal que está poniendo a buena parte del mundo contra las cuerdas.

A nivel interno, Portugal tiene capacidad para producir 151.000 toneladas e importa cada año una media de ochenta toneladas de arroz aguja, frente a España que, con 1,4 millones anuales es un país excedentario.

La espiral de subidas mantiene en jaque a la población lusa, que ya ha respondido con un descenso en el consumo de la leche y el pan que ronda el 3,6%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Además, el encarecimiento del gasoil ha puesto en pie de guerra al país, que sortea diferencias de hasta 20 céntimos por litro con España.