Uno de los colectivos más numerosos entre los pensionistas, y también el que recibe cantidades más reducidas en Galicia, es el de viudas. Sus 441,33 euros mensuales de promedio están casi cien euros por debajo de la media española.
Una cosa es el día a día y otra los datos estadísticos y prueba de ello es que la realidad económica de muchas mujeres dista considerablemente de esos casi 600 euros que promedian los «asalariados» de la Seguridad Social.
El caso de Carmen López, residente en Arteixo (A Coruña) y que por viudedad cobra 200 euros mensuales desde hace año y medio es probablemente reflejo fiel de esa precariedad a que se ven abocados miles de perceptores de pensiones en Galicia. «Grazas que me axudan os fillos, porque senón tería que pedir polas portas. Pero non son a única, ¿sabe?, aínda que iso non me quita a pena».
La presidenta regional de las viudas gallegas, la lucense Aurora Carro Páramo, cree que deberían cobrar al menos el salario mínimo interprofesional o el 70% del sueldo base por el que cotizaban sus maridos. «Ahora cobramos el 52%, después de años de percibir solo el 45%. Hemos avanzado, pero no es suficiente».
Con ser importante, esa no es la única preocupación de Aurora Carro, quien cree que se debe dar mayor protección a los huérfanos, «especialmente a aquellos cuyos padres no han cotizado durante el tiempo suficiente. Deberían concederles una pensión no contributiva». Afirma, por otra parte, que las viudas deben estar representadas en los pactos sociales de Toledo: «Me indigna que otros negocien mi pensión y las de mis hijos, sobre todo si no saben cómo vivimos ni qué problemas tenemos las viudas».
A Aurora Carro no solo le irrita que su colectivo no pueda defender sus propios intereses en ese foro, sino también la «demagogia que se hace a cuenta de nuestras pensiones. Si las viudas gallegas somos las que menos cobramos, en parte es culpa nuestra porque somos las que menos cotizamos. Las autónomas, por ejemplo, retrasamos muchas veces la cotización y de esa forma perdemos tiempo y pensiones más altas», argumenta