El presidente de Estados Unidos George W. Bush, señaló ayer que el Gobierno debe evitar ir demasiado lejos en su afán por enmendar la economía, al alertar que «una de las peores cosas que se pueden hacer es una corrección excesiva». Los demócratas, mientras tanto, criticaron que el inquilino de la Casa Blanca confíe en la falta de acción para corregir el problema.
Bush insistió en su discurso radiofónico semanal en que el programa de estímulo fiscal aprobado recientemente, que pondrá unos 150.000 millones de dólares en los bolsillos de los contribuyentes, debería de insuflar aliento en la economía para el segundo trimestre del año y tener un impacto todavía más visible en el tercero. A pesar de eso, advirtió contra un exceso de acción, sobre todo para enmendar la grave crisis en el sector hipotecario. «Si decidiésemos aplicar algunas de las soluciones gubernamentales que escuchamos en Washington, agravaríamos un problema complicado y acabaríamos dañando a más propietarios de los que ayudamos», afirmó.
La economía ha superado a la guerra de Irak como la principal preocupación de los ciudadanos del país.