No hay datos científicos sobre el nuevo sistema que reemplazará a la tarifa nocturna de forma obligatoria a partir del 1 de julio. Pero las estimaciones realizadas por el Ministerio de Industria distan mucho del cálculo que manejan las organizaciones de consumidores y usuarios. El Gobierno afirma que el paso a la tarifa de discriminación horaria (TDH) representará, como máximo, subidas situadas entre el 3 y el 5%. La OCU ya ha advertido que el incremento en el recibo puede llegar hasta el 40% si no se adoptan las cautelas debidas.
La tarifa nocturna tiene una bonificación del 55% en las horas valle (ocho en total) y un recargo del 3% en las 16 horas punta restantes. El sistema del ministerio aumenta de 8 a 14 las horas valle en la nueva tarifa, pero reduce el descuento al 47%. Sin embargo, las 10 horas punta del horario discriminado se penalizan con un recargo del 35%, un porcentaje que el propio ministerio se plantea corregir si se concluye que es «excesivo».? Instaladores y profesionales de los sistemas de calor por acumulación ya han advertido de que para pasarse al nuevo sistema es preciso cambiar las resistencias de los acumuladores por otras la mitad de potentes; o bien instalar en la vivienda un doble circuito que permita repartir las cargas en dos tandas a lo largo del nuevo horario valle de 14 horas.
El otro problema es la necesaria modificación de la potencia contratada. Lo recomendado es ajustar los consumos para aumentar como máximo 3 kilovatios. El gasto ronda los 160 euros, a los que habrá que añadir cerca de 300 por el ajuste de los acumuladores. La Xunta ha pedido excepciones para Galicia, donde se concentra el 18% de la población con tarifa nocturna. El Gobierno ha dicho que no habrá condiciones especiales para los usuarios gallegos, aunque Industria se ha comprometido a realizar campañas informativas para la población gallega.