Técnicos de Hacienda achacan la alta inflación al dinero negro

La Voz

ECONOMÍA

17 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) lo tienen claro. Si España ha cerrado el 2007 con un índice de inflación del 4,2%, casi un punto y dos décimas por encima de la media de la UE, la culpa es del dinero negro que está en circulación por el país, y que lleva a gastarlo con «más alegría» y «cuanto antes», para darle salida. Una cantidad oculta al fisco que podría rondar, según las estimaciones de Gestha, los 56.000 millones de euros. De acuerdo con los datos del Banco de España, la cuarta parte de los billetes de 500 euros que circulan por Europa están en España, algo más de 56.438 millones de euros, de los que la mayor parte, más de un 90%, son «opacos».

Para los especialistas de la hacienda pública, la economía sumergida equivale ya en España a un 23% del producto interior bruto nacional, más del doble de la media europea, situada en un 10%. Otro indicador es el volumen de crédito bancario que circula por España, y que también dobla al del resto de países de la Unión.

El secretario general de Gestha, José María Mollinedo, explicó ayer que la subida del petróleo y los alimentos, la tesis oficial del Gobierno para la inflación, no resultan determinantes para los índices recogidos durante el 2007. «Si confrontamos la dependencia energética de los países de la UE con los datos de inflación -aclara Mollinedo-, resulta sencillo comprobar cómo países con índices similares al nuestro, como Austria, Bélgica, Irlanda, Italia o Portugal, presentan tasas de inflación significativamente inferiores».

Sobre los efectos más «perversos» de este diferencial de inflación español respecto a Europa, los portavoces de Gestha subrayan la pérdida de competitividad del comercio exterior. Pero también la pérdida de poder adquisitivo de las familias, que los técnicos de Hacienda cifran en diez puntos más que la media europea. La subida de hipotecas, luz, agua y gas afectan al 57% de trabajadores y pensionistas que perciben menos de 1.100 euros al mes.