El vicepresidente económico, Pedro Solbes, encaja con sorpresa el mal dato del IPC, que se sitúa en el 3,6%
31 oct 2007 . Actualizado a las 04:16 h.El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, encajó ayer con visible sorpresa las malas noticias sobre la inflación del mes de octubre que, según avanzó ayer el INE -los datos definitivos se conocerán el próximo 14 de noviembre-, experimentó un incremento interanual de nueve décimas, colocándose en el 3,6%.
«Es un mal dato, sin paliativos», afirmó Solbes en el transcurso de un almuerzo informativo celebrado en Madrid, para añadir que «no nos lo esperábamos, porque pensábamos que iba a ser inferior». El ministro apuntó a las subidas del precio del petróleo y los alimentos para explicar el repunte del Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA), que mide los precios con el resto de los países de la zona euro y que, de confirmarse, supondría el mayor ascenso desde abril en la tasa anual, cuando el mismo indicador subió 1,4 puntos.
Igualmente, el 3,6% alcanzado este mes es el nivel más alto registrado por el IPCA desde agosto de 2006, fecha en la que se situó en el 3,8%.
Flexibilidad
El Gobierno ya había advertido de que el índice de precios al consumo subiría en los próximos meses y hasta finales de año como consecuencia de las oscilaciones del petróleo, que hace un año -con precios en notable baja- se habían traducido en un descenso de la inflación. Asimismo, el ministro de Economía apeló a la «flexibilidad» que la economía española ha mostrado en ocasiones anteriores para afrontar ahora el alza en los precios del crudo.
Con respecto a la subida del precio de los alimentos que, junto con el del barril de petróleo -en máximos históricos- han tenido un efecto espoleta en los datos de la inflación, Solbes señaló, poco después de que la industria alimentaria negara tajantemente la existencia de acuerdos tras los incrementos, que la recientemente creada Comisión Nacional de la Competencia tiene el cometido de vigilar si se producen pactos u otras prácticas restrictivas de la competencia.
En respuesta a una pregunta sobre el coste que la subida del IPC tendrá en las pensiones el próximo año, el vicepresidente no dio cifras, aunque sí confirmó que ya está pensando que habrá un gasto adicional -en torno al 2% sobre la inflación prevista- que tendrá que ser compensado.