«Tenía un contrato blindado y fue la forma de echarme»

T. G. M.

ECONOMÍA

25 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

J.A.P.C. trabajaba en Coreti, una firma dedicada al etiquetaje industrial, desde abril del 2004, mediante un contrato laboral de alta dirección blindado durante un período de cinco años por el que percibía un salario mensual neto superior a los 2.100 euros. Además, tenía derecho a percibir una retribución anual del 80% sobre el beneficio de la empresa. Estas condiciones laborales fueron precisamente las que, en su opinión, provocaron un despido que ha acabado en el Tribunal Supremo. «Es un caso de acoso laboral. La persona que estaba al frente de la empresa no quería que siguiera y, puesto que tenía un contrato blindado, se inventaron toda esta historia para echarme», explica J.A.P.C.

El ex director general de Coreti, que no quiere hablar de su actual situación laboral, está satisfecho con la decisión del Supremo, si bien considera que el alto tribunal no debería de haber admitido a trámite el recurso de la firma coruñesa. «Mi abogado siempre pensó que sería rechazado, pero se ve que han querido dictar una sentencia para abordar un tema que hasta ahora no se había planteado», explica.

En todo caso, el ejecutivo gallego se niega a hablar sobre los hechos de los que fue acusado por la compañía, ni de ningún otro asunto que pueda perjudicar su carrera profesional.

El conflicto laboral entre J.A.P.C. y Coreti es el primero por el que una empresa despide a un empleado por el tipo de páginas web que visitaba. No obstante, las nuevas tecnologías han provocado nuevos focos de conflictos y han obligado a actualizar la legislación laboral. Hasta la sentencia del mes pasado, no existía ningún marco claro sobre el uso del ordenador en el trabajo. Hasta ahora, los tribunales tenían que basarse en casos análogos: así, en alguna ocasión el disco duro de una computadora ha sido comparado en una sentencia con la taquilla de un vestuario de un centro de trabajo.

Por otra parte, los jueces sí han determinado que enviar correos electrónicos con contenidos poco apropiados puede ser motivo de despido.