El presidente aboga por reducir la fiscalidad para mantener la capacidad de inversión de las empresas
25 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.La fuerte competencia tributaria que hay entre las autonomías ha obligado a la comunidad gallega a tomar posiciones. El presidente de la Xunta se sumó ayer a las tesis ya planteadas a Esperanza Aguirre por los socialistas madrileños y avanzó que el impuesto sobre el patrimonio, cedido a las comunidades, está llamado a desaparecer progresivamente. Touriño hizo este anuncio tras reunirse con Antonio Fontenla, presidente de la patronal gallega, y Gerardo Díaz Ferrán, nuevo líder de la CEOE. El presidente gallego explicó que el Gobierno autonómico es partidario de fomentar la actividad inversora con una menor presión fiscal en determinados tributos, apreciación que comparte, en buena medida, con los líderes patronales.
En su comparecencia, el jefe del Ejecutivo gallego reiteró, además, que el Gobierno autonómico trabaja en una revisión profunda del impuesto de sucesiones y donaciones, en la que habrá rebajas sustanciales. Touriño no precisó cómo y cuándo se eliminará el tributo de patrimonio ni tampoco dio detalles sobre la reforma de este otro impuesto. Todo apunta a que se trata de la revisión ya anunciada en marzo en el Parlamento por el propio conselleiro de Economía, según la cual el 90% de los gallegos no tendrá que abonar el tributo de sucesiones y donaciones. Esta modificación tampoco ha convencido a la patronal, que ha pedido la eliminación total que existe ya en otras autonomías, y que ha denunciado que Galicia figura entre las comunidades más caras a la hora de pagar por la transmisión de bienes.
Flanqueado por los líderes de la CEG y de la CEOE, Touriño pidió comprensión y defendió ayer una estrategia de eliminación progresiva de algunos tributos para lograr una redistribución justa de la riqueza. «Galicia tiene déficits sociales y de infraestructuras que precisan corrección», puntualizó el máximo mandatario gallego.
Medida progresista
En las filas socialistas del Gobierno gallego se sostiene que la eliminación progresiva del impuesto de patrimonio, una demanda hecha ya por el Partido Popular, es una medida progresista porque se trata de un tributo injusto, que grava dos veces la misma cosa y que recae sobre las clases medias, dado que los grandes patrimonios evitan el pago mediante sociedades fiscales. Se trata de un tributo de carácter directo y naturaleza personal, que aplica un tipo impositivo en el patrimonio neto de las personas físicas. La normativa fiscal en vigor sostiene que el objetivo de este impuesto es gravar la capacidad de pago adicional que supone la posesión de bienes, además de intentar conseguir una mayor eficacia en la utilización de los patrimonios y ser un complemento del IRPF.
Hasta hace pocos años mantenían vivo este tributo varios países de la UE. En el 2006 lo eliminaron Francia y Luxemburgo y a lo largo del 2007 están previstos recortes del impuesto en Suecia hasta su total eliminación. España es, de momento, el único país en el que no está prevista su supresión total. En autonomías como Madrid y Galicia empiezan a oírse las primeras voces.