El gigante derrotado

A. Iglesias

ECONOMÍA

Bill Gates. Presidente de Microsoft.

24 sep 2007 . Actualizado a las 10:54 h.

A sus 52 años, Bill Gates se acaba de encontrar con el primer escollo importante en su carrera. El Tribunal de Primera Instancia de la Unión Europea ha corroborado la sanción impuesta contra Microsoft por la Comisión Europea, en la que obliga a la empresa de Software a ceder a la competencia la información necesaria para crear programas compatibles con el sistema operativo Windows y acabar así con el monopolio del grupo empresarial.

La sanción económica que acompaña la sentencia es una menudencia, 497.2 millones de euros, comparada con la fortuna personal del segundo hombre más rico del mundo y uno de los más influyentes. Visionario para algunos y trabajador incansable para la mayoría, es un fanático del golf y aficionado a la informática desde muy niño. Abandonó los estudios de derecho en Harvard en 1975 aburrido de la vida universitaria, para fundar junto a su inseparable amigo Paul Allen, Microsoft.

Los caprichos que le permiten su millonaria economía son una mansión inteligente en el estado de Washington, su pasión por la velocidad con la compra de las primeras marcas de coches y la admiración que siente por Leonardo Da Vinci, que le hizo desembolsar 30 millones de dólares por un manuscrito original del genio italiano.

En el 2000 abandonó la presidencia ejecutiva de la empresa para desempeñar el cargo de arquitecto jefe de Software, su verdadera pasión. Junto a su esposa Melinda, una ex empleada de su compañía, constituyeron en el 2000 la Fundación Bill y Melinda Gates para prestar ayuda en sanidad y educación a los más desfavorecidos y obtuvieron en el 2006 el premio Príncipe de Asturias de Cooperación. La jubilación no le llegará pronto ya que consiguió unificar trabajo y diversión, «Mi trabajo _dijo_ es un sueño hecho realidad», aunque pondrá fin a su labor diaria en la empresa el año próximo, para centrar sus esfuerzos en las iniciativas de su Fundación.