El turismo rural espera su agosto

Cristóbal Ramírez

OURENSE CIUDAD

Las previsiones avanzan un crecimiento de hasta el 5% en este tipo de establecimientos.

09 jul 2007 . Actualizado a las 13:29 h.

El turismo rural aguanta como puede la saturación de la oferta que ha hecho que otras cuatro casas hayan cerrado para siempre en lo que va de año, en los municipios coruñés de Vilarmaior y ourensano de A Veiga. De todas maneras continúan abriendo sus puertas nuevos establecimientos, y a día de hoy suman 537 las opciones gallegas que tiene el viajero, con una distribución muy desigual (grandes agujeros en Ourense, abundancia en municipios como A Estrada y Arzúa). Éste es otro campo donde las estadísticas son todo menos fiables, y la necesidad de que el Instituto de Estudos Turísticos se ponga en marcha semeja evidente. Pero, de hacerles caso, las casas con ocupación por debajo del 17%, terriblemente deficitarias, o están abocadas al cierre o bien se sostienen por razones extraturísticas. Reservas De cara al verano, en agosto hay todavía bastantes posibilidades de alquilar donde uno quiera, con excepción de las Rías Baixas. En julio, con rotundidad, el cliente elige dónde y cuándo. Lucinda, que lleva el día a día de un excelente establecimiento, Casa Zuleiro, en Serra de Outes (A Coruña), muestra el cuadro de reservas y confirma esas palabras. Casa Sueiro, en Cuntis, está en la misma situación, y María y Suso, en Palas de Rei (A Parada das Bestas), ultiman sus apartamentos con vistas a inaugurarlos en las próximas semanas y así hacer caja en agosto. Mientras, otras muy recién llegadas, como Casa Piñeiro (Monfero), esperan llenar unos cuantos días con el fin de aguantar el duro tirón del invierno. En cualquier caso, las previsiones oficiales anotan que se puede crecer entre un tres y un cinco por ciento con relación al 2006, cifra tan humilde que demuestra que, en efecto, es un segmento muy saturado. Pasado a números, quiere decir que habrá entre 6.000 y 10.000 nuevos usuarios, lo cual, por otra parte, constituye un cierto ejercicio de optimismo. Javier Goyanes, presidente de la única marca de calidad que existe en la comunidad, Pazos de Galicia, no espera «grandes diferencias en la ocupación respecto al ejercicio precedente, porque si bien es cierto que parece que este mes apunta hacia un descenso limitado de la ocupación, creemos que se verá compensado con un mes de septiembre normal», en referencia a lo que calificó como de «desastre» del año pasado debido a los incendios y sus secuelas. De cumplirse las expectativas de Goyanes, un total de 35.000 huéspedes traspasarían las puertas de Pazos de Galicia en estos tres meses. En los últimos tiempos la marca incrementó un 20% las plazas ofertadas gracias a la incorporación de establecimientos como el Pazo de Lestrove (Dodro), el monasterio de Aciveiro (Forcarei), la Casa Grande (Cervantes) y la Casa Grande da Fervenza (Corgo).