El gobierno local de Lalín desvincula el notable descenso de vendedores ambultantes de la subida del 100% de las tasas
20 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.El mal tiempo no animaba ayer a visitar la feria de Lalín, pese a que podía caminarse con total holgura en el mercadillo. La afluencia de compradores era baja, pero todavía más la ausencia de vendedores ambulantes, hasta el punto de que en el interior del Campo da Feira Vello eran numerosos los huecos ocupados en otras ocasiones por puestos e incluso las furgonetas de los feriantes estaban estacionadas dentro de un recinto que se quedaba muy grande. Y es que en la feria de ayer se echó en falta a muchos vendedores habituales; en algún sector específico, como el de venta de plantas, un único puesto ofrecía su mercancía, frente a una competencia que no suele bajar de los siete vendedores.
Desde el gobierno local de Lalín se desvincula el notable descenso en asistencia de feriantes de la subida de las tasas aprobada en el pleno del pasado mes de octubre, que fue criticada con dureza en la feria del día 3. El concejal de Hacienda, Gómez Estévez, apuntaba ayer a la lluvia y el mal tiempo como causa de la menor presencia de vendedores ambulantes. El edil indicaba que «non ten que ver a suba das taxas, porque as deste ano xa as teñen pagadas». Las cifras del presupuesto reflejan el aumento del recibo que deberán pagar los vendedores ambulantes por acudir a los dos mercados mensuales de Lalín: pasarán de los 30.000 euros del presente año a los 50.000 euros.
Gómez indicó que por ahora no se han presentado alegaciones a la subida de las tasas. Además del BNG lalinense, había anunciado un recurso la Asociación Profesional de Comercio Ambultante e Comercio en Prazas de Abastos de Galicia (Acapag). Una subida justificada por el gobierno local para «regular o inxente número de solicitudes de instalación de postos, xa que exceden as posibilidades de oferta»: desde luego, no en ferias como la de ayer.