La púgil se refugia en el fútbol jugando en el Pastoriza, que compite en la Segunda Autonómica
DEPORTES
Sin embargo, Marta Brañas ha encontrado otro deporte para aliviar su pena olímpica: el fútbol. Por esta causa, está jugando desde este mismo verano con el equipo del Pastoriza, conjunto que milita en la Segunda categoría autonómica del balompié femenino federado. «Juego en la posición de extremo izquierdo, corriendo la banda», describe con una sonrisa en la boca. «Y la verdad es que no me quejo. Llevo dos goles y estoy muy contenta», añade Marta Brañas.
Marta Brañas siente que el balón le está sirviendo para intentar no pensar demasiado en la gran oportunidad perdida por esta inoportuna lesión. «Siempre me gustó el fútbol y de pequeña ya jugaba. Lo que pasa es que antes no había fútbol grande femenino. Ahora tuve la oportunidad con el problema de la mano y me apunté. No voy a poder jugar más partidos hasta después de la operación y luego intentaré regresar al boxeo?».
Fuerza de voluntad
El deporte gallego se queda de este modo sin una de sus principales bazas para estar representado en Londres. Pero el sueño de Marta Brañas ya es otro: solo piensan en poder volver a boxear.
«Si se puede, se va a poder. Vamos a ganar», ese es el lema de la gallega. El mismo que estaba colgado en un cartel en la puerta del centro de preparación de Julio César Chávez, antes de su mítico segundo combate ante Óscar de la Hoya.
Aquella histórica velada fue el fin del boxeador mexicano, pero la gallega luchará porque este no sea el suyo. Veinticinco años son muy pocos para colgar los guantes.