La etapa que concluye en el alto ourensano es considerada?por los expertos como la más interesante de las tres gallegas
13 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.Todos miran hacia Manzaneda. La presentación ayer de la Vuelta a España 2011 sirvió para confirmar que Galicia contará con tres etapas de la ronda nacional: la undécima (Verín-Cabeza de Manzaneda), la duodécima (Ponteareas-Pontevedra) y la decimotercera (Sarria-Ponferrada).
Los ex ciclistas del Xacobeo Gonzalo Rabuñal y Gustavo César Veloso, el ex técnico de este club Jesús Blanco Villar y el presidente de la federación gallega, Manuel Tallón, analizan las etapas gallegas y apuestan por la que acaba en Cabeza de Manzaneda como la más determinante.
«Los corredores vienen ya con muchos kilómetros encima y va a hacer mucho daño. Son etapas de desgaste en las que, con las bromas, te metes en 1.500 metros de desnivel», explica Gustavo César Veloso.
Gonzalo Rabuñal no lo tiene tan claro. Para el arteixán, la subida a Manzaneda podía haber sido más dura. «Se asciende por el lado más largo y que menos castiga. A mí, personalmente, me ha defraudado un poco, porque no creo que sirva para establecer diferencias en la general. Le falta territorio comanch e, que dirían Ezequiel y Veloso refiriéndose a terreno duro por explorar ».
En su línea se manifiesta Manuel Tallón, nuevo presidente de la federación gallega. «Es una etapa de lucha y dura, pero no como para marcar tiempos».
Los Ancares
Tampoco creen los expertos consultados por La Voz que la tercera de las jornadas que recorrerán Galicia, pese a subir los Ancares, sirva para hacer daño.
«Luego queda mucho hasta llegar a Ponferrada y toda la dureza que podría tener no sirve luego», explica Blanco Villar.
Aquí sí que no hay discrepancias, aunque Veloso también la ve con un punto más de dureza que el resto. «En Galicia no se puede hablar de que haya terreno llano. Es un rompepiernas continuo y, como se viene ya de unas cuantas jornadas de competición, pues eso implica dificultad. No obstante, supongo que esa etapa será la típica en que se consiente una fuga. Aunque ojo, porque algún equipo de los que tienen a hombres bien colocados pueden tratar de aprovecharse de que los Ancares no son conocidos y sorprender», analiza el arousano.
La otra etapa gallega, la que transcurrirá entre Ponteareas y Pontevedra, debería servir para que los esprínteres sumaran algún éxito.
Así transcurrirán las tres etapas de una Vuelta que vuelve a Galicia y deja entre el ciclismo de esta comunidad una extraña situación de alegría y tristeza.
«Para nuestro deporte es bueno que esta carrera transcurra por nuestra tierra, pero lo triste es que no tengamos un equipo profesional para disputarla. Ojalá, aunque sean pocos, alguno de los nuestros pueda correrla», reflexiona el presidente de la federación autonómica, que ayer se lamentaba que nadie le informó «de forma oficial de que la Vuelta venía a Galicia», algo que le parece «incomprensible».
Esa sensación de tristeza la comparte Gonzalo Rabuñal, quien recuerda que «ser salida o llegada de la Vuelta cuesta mucho dinero» y lamenta que «el equipo profesional gallego precisaba pequeños patrocinios, estos no llegaran y ahora sí que haya para pagar la Vuelta», algo que «me gusta que venga, pero hubiera estado bien que parte de ese dinero se hubiera destinado al equipo profesional, pero ahora ya no hay marcha atrás».