En su reaparición, Rossi aspiró al tercer escalón del podio hasta la última curva, pero Stoner lo impidió
19 jul 2010 . Actualizado a las 02:25 h.Cuando se cumplía una semana de la gesta balompédica de Sudáfrica, los pilotos españoles del Mundial de motociclismo celebraron el día con un nuevo triplete, el tercero del año y el sexto de la historia. Alemania, país que mira con ojeriza a los españoles tras la fallida final de la Eurocopa y la reciente eliminación en la semifinal Durban, oyeron ayer hasta tres veces el himno nacional de la roja, camiseta que se enfundó Dani Pedrosa en el podio para conmemorar la reciente efeméride. En el podio le habían precedido Marc Márquez, con su quinta victoria consecutiva, y Toni Elías, quien labró su triunfo en una meritoria remontada desde la undécima posición.
MotoGP vivió ayer dos salidas en el circuito de Sachsenring con un papel destacado de los cuatro mejores pilotos del mundial, Rossi incluido, que reaparecía después de su grave lesión en Italia. Todos mostraban unas fuerzas muy igualadas pero la carrera se vio interrumpida por un accidente de Randy de Puniet, que perjudicó a los españoles Aleix Espargaró y Álvaro Bautista.
En la segunda salida y, tras una profunda limpieza en el tramo accidentado, donde la moto del francés acabó envuelta en llamas, Dani Pedrosa dominó las primeras vueltas hasta que Jorge Lorenzo dio buena cuenta del catalán en una nueva apurada de frenada. Pero el piloto de Honda se sentía ayer especialmente cómodo. Devolvió el adelantamiento a Lorenzo, a quien las apuestas señalaban como favorito después de marcar la pole el día anterior. Pero, lejos de superar a su rival y principal oponente en la clasificación, Jorge veía cómo Pedrosa se alejaba de él. En el box de Yamaha comprobaron entonces que la victoria del piloto de origen gallego sería especialmente complicada porque Dani Pedrosa acaba de marcar la vuelta rápida de la historia del circuito germano con un crono de 1.21,8. Jorge sacó la calculadora y apostó por perder cinco puntos con respecto al catalán después de ganar tres carreras consecutivas.
Por detrás, Valentino Rossi, ayudado por una muleta en sus pasos por el paddock , aspiró al podio hasta la última curva. De hecho, fue en ese tramo donde Casey Stoner le arrebató el tercer escalón del podio. Lejos de aspirar al título, el italiano demostró que le sobran extremidades para ser competitivo sobre dos ruedas. Pero tanto él como Ducati aún están lejos de la excelencia marcada por Lorenzo y Pedrosa, único aspirante a impedir una tradición del Mundial: quien se va de Alemania líder acaba el año como campeón.