Tres goles del portugués tumban a un Mallorca que solo aguantó medio partido y la Liga se decidirá en el Pizjuán
06 may 2010 . Actualizado a las 02:27 h.Asunto resuelto. Al Madrid ya no se le puede pedir más. Al 4-1 que el Barça le endosó el martes al Tenerife respondieron ayer los de Pellegrini con idéntica goleada a otro equipo isleño en el que se presentaba como encuentro clave del último suspiro de Liga. Cristiano Ronaldo volvió a demostrar su enorme voracidad y talento liquidando a un Mallorca que dominó medio partido y decidió borrarse por completo en la segunda mitad. Un inapelable triunfo blanco que convierte al Sevilla en juez del campeonato ante la cita que este sábado llevará al Barcelona al Sánchez Pizjuán.
El Mallorca vive (y muy bien) a balón parado. La del remate en saques de esquina o faltas colgadas es una de las grandes virtudes del equipo que ha cosido Manzano a base de retales y que, en medio de la crisis absoluta en el club, lucha por hacerse un hueco entre las grandes plantillas del continente.
Por vía aérea torturaron los baleares a los chicarrones del Athletic hace solo unos días y con el mismo sistema encontraron la rendija a través de la que hacer daño al Real Madrid. Un agujerito que el paso del tiempo convirtió en boquete, con los delanteros locales paseando imperturbables por los dominios de Casillas. Solo el portero acudió en defensa de su área, mientras un Borja Valero impecable filtraba pases hacia Aduriz y el Chori Castro. Fue san Iker, resucitado tras una campaña en el anonimato, el que sostuvo a los suyos durante muchos minutos de la primera parte.
Creativo Sergio Ramos
Del resto se encargaron Cristiano y Sergio Ramos (ya que no defendía...). El de Camas se hizo dueño de la creación, aunque fuera a larga distancia, en vista de que Gago vuelve a ser el Gago que se ganó a pulso su destierro y Granero acusa en este último tramo de temporada la escasa continuidad que le ha dado Pellegrini hasta la fecha.
La estrella lusa recibió una asistencia kilométrica de Ramos y se adelantó a Aouate para colarle un globo que acabó en la red. Devolvía así la igualdad a un marcador desestabilizado diez minutos antes por Aduriz, que remachó la prolongación de Víctor en un córner.
Antes y después del 1-1 gozaron de varias oportunidades los de casa, desbaratadas por Casillas en el mano a mano y por la vista del juez de línea, que a los cinco minutos de partido anuló un tanto del Chori Castro en posición dudosa.
El Mallorca dominó hasta que en el vestuario le dio por hacer voto de clausura para la segunda parte. El encierro alentó al rival que aprovechó la flojera bermellona y apenas sufrió atrás. Tampoco es que en ataque fuera una verbena, pero alcanzó con una nueva conexión Ramos-Cristiano para inclinar el marcador y desbravar a los aspirantes a plaza en la Champions. A partir de ese 1-2 (antes ya había fallado un par de remates francos Higuaín) no hubo más partido. La última media hora se jugó solo en dirección a Aouate, que todavía tuvo tiempo de recoger de la red el tercero de CR9, enhebrado en acción individual.
El choque también dio para el cuarto de los visitantes, firmado por el Pipita, y para la ovación a Cristiano en su salida del campo con el deber cumplido. Vuelve a mover el Barça.