Cesc pone el morbo en los cuartos

DEPORTES

El Arsenal, liderado por el jugador formado en la Masía, rival del Barça por pasar a semifinales de la Champions

20 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«Respetamos lo que ha hecho hasta ahora el Barcelona, pero la competición trata de lo que cada uno haga mañana». Wenger, pródigo en frases redondas, firmó ayer la última tras conocer que su Arsenal medirá el estado de forma del último campeón de la Champions, que ventiló sin casi despeinarse al Stuttgart. Más o menos lo mismo que hicieron los londinenses con el Oporto (cerraron con un 5-0 en el encuentro de vuelta), para plantarse en unas semifinales en las que protagonizarán junto al Barça el emparejamiento más interesante de los deparados por el bombo.

Un duelo sobrado de morbo en ambos bandos y con dos protagonistas más allá de lo que depare el césped. Por un lado, Thierry Henry regresará a Highbury (para la ida, el 31 de marzo), su casa durante ocho temporadas, las mejores en juego de toda su carrera. Con los de Wenger alcanzó la primera final de la Champions en la historia del club, en el 2006. Precisamente, la que deparó el segundo título de Liga de Campeones para el Barcelona.

Cesc, alma «gunner»

Enfrente, Cesc Fábregas lidera un grupo de jóvenes talentos y con ellos visitará (para la vuelta, el 6 de abril) la entidad que lo formó para después ver cómo ascendía en Londres a categoría de estrella. El alma de los gunners aparece en todas las quinielas sobre traspasos para la próxima temporada, codiciado por igual en Madrid y Barcelona. A sus 22 años, quizá sea este el verano elegido para abandonar el Arsenal, donde ha sido víctima del síndrome Wenger: no hay mejor juego con peores resultados. En siete años con el primer equipo, Cesc apenas ha levantado una Copa de la Liga, en el 2005; un torneo en el que su participación fue de escasa trascendencia.

La imparable mejora del de Arenys de Mar a las órdenes del técnico francés, que lo ha convertido en jugador franquicia de uno de los cuatro grandes ingleses, ha hecho del internacional español reiterado objeto de deseo. Aunque él siempre se ha mostrado fiel a su equipo y al míster que le ha convertido en figura, otro año sin títulos (el Arsenal tiene una dura disputa con Manchester y Chelsea por la Premier) y la coincidencia con las elecciones a la presidencia culé, podrían convertir a Cesc en fichaje de referencia para alguno de los candidatos a suplir a Laporta.

Pese a la enorme ascendencia del catalán sobre sus compañeros, el Arsenal no acaba en sus botas. A su lado hay futbolistas de una enorme calidad para la creación. Pese a la baja del prometedor galés Aaron Ramsey, víctima de una espeluznante doble fractura ante el Stoke, Wenger cuenta con el francés Samir Nasri, que ante el Oporto fabricó uno de los mejores goles de la Champions, el checo Tomas Rosicky o el brasileño Denilson. Junto a ellos, el camerunés Alex Song da solidez al equipo, encargándose de la contención.

Zaga inconsistente

Manuel Almunia ha logrado en Inglaterra todo el crédito del que no dispuso en España y tras desbancar a Lehman se ha convertido en referente bajo palos en la Premier. La zaga, sin embargo, es uno de los grandes focos de problemas de los gunners . Sagna es un veloz lateral derecho que gusta de incorporarse al ataque, pero que exhibe graves carencias defensivas. A su lado, una irregular pareja de centrales: el belga Vermaelen va para estrella, pero todavía está en proceso de adaptación y Gallas es tan capaz de salvar a su equipo como de condenarlo. Wenger resucitó al veteranísimo Sol Campbell (35 años) para poder dar relevo a la dupla titular.

Y en la zona de ataque, muchas dudas. Está Arshavin, uno de los mejores mediapuntas del planeta, pero falta quien le acompañe. Van Persie, un jugador espectacular, sería el encargado de acompañarle, pero se lesionó con su selección en noviembre pasado y aún apura su recuperación. El croata de origen brasileño Eduardo no ha vuelto a ser el mismo después de romperse la pierna en el 2008 y el danés Bendtner, que le hizo tres al Oporto, desentona a menudo en el juego veloz que practica el resto de su equipo.

Aunque quizá no hubiera contendientes más espectaculares a los que enfrentar en cuartos (con permiso del Manchester), si el Barça ofrece su mejor versión, esa de la vuelta ante el Stuttgart, los jóvenes gunners tendrán que tener un par de días realmente inspirados si quieren que el «mañana» que aventura su técnico suponga el principio del fin del síndrome Wenger.