Cinco coruñeses participarán en el Maratón de las Arenas, la carrera de ultrafondo más dura del mundo

Rubén Ventureira

DEPORTES

19 mar 2010 . Actualizado a las 02:32 h.

Serán 250 kilómetros de exigentísima ruta, entre dunas y arenas, zonas volcánicas y cauces de ríos secos. Habrá serpientes y escorpiones en el camino. Y todo bajo un sol de 40 grados, que cuando desaparece, por las noches, baja el termómetro hasta cero. Si fuese un documental, hasta apetecería verlo. Ahora bien, a vivirlo solo se atreven los más intrépidos. Es el Maratón de las Arenas (Marathon des Sables), la carrera a pie más exigente, una prueba de ultrafondo que discurre por el desierto del Sáhara. Cinco amigos coruñeses participarán en la edición de este año, la número 25, que se celebrará entre el 2 y el 10 de abril: Guillermo Liaño (33 años), Alberto Pousada (34), Carlos Casás (31), Benjamín Vilariño (33) y Eduardo Arnal (34). Serán los únicos gallegos.

Liaño y Pousada ya completaron la edición del 2007. ¿Le han dado algún consejo especial a los otros tres? «Sí, que no vayan», bromea Liaño. Ya en serio, admite que sí. Que no les han hecho solo una, sino varias recomendaciones. La primera, que acudan «con mucho respeto», pues la ruta pasa factura a los demasiado intrépidos, pues se han registrado muertes en años anteriores. La segunda, que calculen bien la comida que llevan. «Nosotros no hicimos bien los cálculos en el 2007 y nos pasamos el último día y medio sin comer», apuntó Pousada. Vilariño ha tomado buena nota, y en lugar de la mochila habitual con 20 litros de capacidad se llevará una de 30. «Es que lo de no comer lo llevo muy mal», reconoce.

Llevarán más equipación. Alguna exigida por la organización, como bengalas, un botiquín o antiveneno, por los escorpiones y las serpientes. Pero más peligrosos que estos bichos son las tormentas de arena: «Te dicen que si viene una, te pares, porque si avanzas te desorientas y puedes perderte. En una edición, uno estuvo desaparecido catorce días», señala Pousada. Este año hay una etapa infernal, de 100 kilómetros: «En el 2007 hubo una de 70 y la hicimos en 19 horas», recuerda.

Se han entrenado duramente en los últimos meses, no necesariamente en arena: «Es que aquí las playas tienen mucha inclinación, salvo Bastiagueiro», apunta Liaño. «No somos profesionales, pero todos hemos hecho maratones antes, hay un fondo detrás», subraya Casás.

Para sufragar la aventura, cuentan con el apoyo del Colegio de Abogados, donde ayer ofrecieron una rueda de prensa. Liaño y Pousada son abogados y recorrerán «un kilómetro por cada año del Colegio de Abogados, que está celebrando su 250.º aniversario».

Además, cuentan con el patrocinio de Begano (Coca-Cola) y de Renault Caeiro Motor, que les ha cedido un vehículo que irá cargado de ayuda humanitaria para repartir en una de las zonas más desfavorecidas de Marruecos.