La pesca arranca con menos cupos y tramos

Xavier Lombardero

DEPORTES

Los ríos bajan altos, como muestra la encharcada Terra Chá, y en los de montaña el agua de nieve será propicia para los cebos naturales

19 mar 2010 . Actualizado a las 02:27 h.

Acostumbrados ya a un deporte de límites, presas, cotos, vedas y tamaños en aparejos y peces, la temporada arrancará el domingo para los cañistas con nuevos recortes de cupos y tramos. Tal como se preveía, la del salmón retrasa su inicio en el Eo al 1 de mayo, una vez consumado el hundimiento de capturas en el 2009 y el escaso remonte de reproductores en los últimos meses, que hizo sumarse a los asturianos al recorte de pescatas, días y cotos. Cada pescador confía en las posturas y metros de río que conoce pero, grosso modo, las truchas habrá que buscarlas en el interior y montaña de Lugo, los reos en los cauces del norte de A Coruña y los salmones en el Ulla, un río cortado pero con poblaciones más estables donde se permite pescar 40 salmones en Couso, Sinde y Ximonde, tras haberse capturado el año pasado 30 de un cupo de 60. Ahí rematará la campaña, y entonces solo podrán salir diez más con pesca sin muerte.

Pero, ¿quién sabe cómo resultarán los lotes? Con las riadas los peces se mueven más y ocupan tramos que en épocas secas no frecuentaban. También han limpiado desovaderos antes muy colmatados. Tras el desastre del vertido químico al Umia, los inventarios de reo y trucha aconsejaron la reapertura de los cotos de Caldas de Reis para la trucha (uno de ellos para pesca sin muerte) y Ponte Arnelas al reo, restringiendo un poco las capturas, pues solo se permiten dos reos por pescador y día. También en el Castro, afluente del Xubia, se habilita un nuevo tramo de pesca sin muerte.

La peor cara la sigue teniendo el Eume y no solo por el escaso respeto a su caudal ecológico. La Xunta dice tener controlada la acidez que llega de la autovía, pues se están tratando las aguas contaminadas del Chamoselo y Lavadoiro. Hasta As Pontes está todo vedado, al igual que el Trimaz, que desde Xermade sigue afectado por las escorrentías desde las trincheras de la autovía. Se supone que las truchas hayan escapado de la contaminación hacia la desembocadura en el Madalena, río vilalbés también con puntos negros.

En el norte lucense, la veda es prácticamente total en el Ouro, a excepción del tramo final en Foz. Otros muchos regos o cabeceras donde crían las truchas por toda Galicia también han sido preservados, con excepción de los afluentes de montaña y alta montaña del Navia, o la cuenca del Lor en O Courel, los últimos paraísos. Hasta el Mosa ancarés, que estuvo durante cuatro años cerrado por el desastre de los incendios, vuelve a ser pescable, como señala José García, presidente de la Sociedade de Pesca Río Navia. En Ourense, gran parte del Navea, Conso y Ribeira Grande fueron vedados.

Un problema nuevo que esta temporada se hará muy patente es el gran número de árboles, sobre todo ameneiros, que están secando a causa de un hongo que invade y colapsa los vasos, matándolos por falta de riego. Se busca una solución, aunque Medio Rural intuye que será difícil.

Pero el domingo será día de grandes romerías en los tramos libres, del ansiado reencuentro con el río y los peces, y sobre todo con otros muchos deportistas que no faltan a la cita. «O río leva máis auga que de costume porque choveu moito e hai moita neve arriba. Esa friaxe é boa para o cebo natural, pero non para os artificiais, que deberán esperar», explica García, que recuerda que los tramos naviegos compartidos con Asturias abren más tarde, el 1 de abril.

A partir del 1 de julio no se podrán utilizar cebos naturales en la mayoría de ríos de Lugo y Ourense, ni en el Furelos, de A Coruña.

Menos licencias, igual precio

Pese a contar Galicia con algunos jóvenes campeones de montaje de mosca y chavales que destacan en distintos concursos de pesca, no parece que la afición atraiga como antaño.

Los precios de licencias y permisos se mantienen como en el 2009, (18,77 euros la licencia para mayores de 18 años y menores de 65), pero el número baja y apenas se expiden 85.000, cuando en 1997 fueron un total de 94.000.