Irregularidad. El peor lastre para los equipos que aspiran a asentarse en las zonas altas de la clasificación, sea la categoría que sea. En este caso, en la Segunda División B, con las plazas de posible ascenso como meta, el Montañeros acusa sus altibajos en el último mes y medio y cae a la séptima posición. Su derrota contra el rival directo Palencia en la Nueva Balastera (1-0) le usurpa la cuarta plaza a la que se había encaramado solo una semana antes desde el octavo puesto. Esa es la montaña rusa del grupo primero de la Segunda B.
Ayer, los de José Ramón reclamaron dos penaltis y terminaron con los ánimos encendidos, pero lo cierto es que el equipo local supo incomodar durante la mayor parte del encuentro. Quizás, el tanto en propia meta de Julien tras un centro sin peligro de Canario desde la derecha, y la consecuente derrota, supone demasiado tras un recuento de méritos. El duelo directo contra el tercer clasificado aprieta la clasificación: diez puntos desde el Palencia al Mirandés (décimo).
Con el paso de los minutos y el uno a cero en el marcador desde el cuarenta y nueve, José Ramón fue puliendo el esquema táctico para acercar la pelota a la portería palentina, retirando a Yago Yao, Juan Díaz y Capi.
No había dado resultado antes todo lo intentado por los coruñeses para compensar el efecto en el juego combinativo de las ausencias de Iago Iglesias, Pablo López y Moisés Pereiro. El empuje del Palencia era suficiente para ahogar las ocasiones del Montañeros, personalizadas en Rubén Pardo. Después, a contracorriente, Herbert tuvo la posibilidad del empate en sus botas, pero no acertó.
La Ponferradina, el sábado
La Ponferradina, líder con tres puntos de margen sobre el Éibar, visitará el sábado a las seis y media de la tarde el campo de Elviña, donde el Montañeros no juega desde hace dos meses.