El conjunto pontevedrés no estaba fuera de la fase de ascenso desde la novena jornada. En esa ocasión también tenía la quinta plaza a una distancia de dos puntos
17 feb 2010 . Actualizado a las 12:36 h.El 2010 no está siendo un buen año para el Teucro, que solo ha logrado derrotar al Puente Genil y con más problemas de los esperados. No es difícil deducir que el parón navideño ha sido como un bofetón en la cara para los jugadores teucristas, que acabaron pletóricos el 2009 con un soberbio encuentro ante el Puerto Sagunto. En apenas un mes de competición se ha producido un inesperado giro de los acontecimientos y aquella impresionante tercera plaza ha pasado temporalmente a la historia.
La situación actual no es preocupante, entre otras cosas porque a nivel presupuestario no existe la obligación de meterse en la fase de ascenso, pero la ilusión por mantenerse en la pelea hasta el final pronto tocará a su fin si Rafa Dasilva, Dani Benaches, Javi Carrera, Toño y compañía no reaccionan de inmediato.
Las derrotas con el Adelma Santander (30-37) y el Palma del Río (35-34) y el empate ante el Bidasoa en Artaleku (23-23) ha hecho retroceder al Teucro tres meses en la clasificación de la categoría. Así, el 14 de noviembre, después de superar al Cajasol a domicilio (28-31), el panorama era similar al actual porque los pupilos de Modesto Augusto eran sextos con 11 puntos, a dos de la quinta plaza. Palma del Río y Anaitasuna tenían 13 y Puerto Sagunto y Guadalajara 14. El cuadro alcarreño fue precisamente la siguiente víctima del Teucro, que se impuso por 27-21 y se coló entre los elegidos de la División de Honor Plata.
Ahí permaneció hasta el pasado sábado. Las expectativas no son muy halagüeñas porque el juego del equipo ha sufrido un bajón importante y es difícil saber si se trata de algo transitorio, producto de las lesiones puntuales de Carlos o Bozalongo, entre otros, o permanente porque la escasa profundidad de banquillo amenaza con agudizar el cansancio de los hombres más veteranos, que son los que deben de tirar del carro con más fuerza.
Sea como fuere, el encuentro de este domingo se presume determinante en el futuro inmediato del cuadro pontevedrés. El Huesca es un rival directo en la lucha por la promoción y el que salga de vacío del partido dará un paso atrás decisivo porque verá reducido su margen de maniobra.