Resoplando entró Luisito, en entrenador del Racing, en la sala de prensa, todavía tenso tras su primer triunfo en casa. «Quiero que el Racing sea el de los últimos 25 minutos de la primera parte y los 25 iniciales de la segunda. El Montañeros solo tuvo una ocasión que sacó Jesús de cabeza, y Reguero no hizo ninguna parada. Las mejores oportunidades fueron nuestras», resumió antes de enumerar llegadas de Rubén, Sahnoun y Carlier. «Si estuviésemos en la mitad de la tabla para arriba, seguro que las hubiésemos marcado», aseguró.
Con el Racing todavía en la zona de descenso, Luisito ve lógicos los apuros para sacar adelante el partido. «Es inevitable pasarlo mal. El equipo sufre mucho, tiene ansiedad por ganar. Esperemos que este triunfo sea un bálsamo de confianza, para que sepan que son buenos futbolistas y crean en ellos mismos», añadió el santiagués.
Luisito achacó a la plantilla el haberse encerrado en su área en el tramo final del encuentro. «No quería que se echasen atrás. Tenían contragolpes muy fáciles para sarlir y hacer el segundo gol, pero hay que estar en la cabeza del futbolista, que lo único que quería era mantener el resultado y ganar», aseguró al tiempo que destacó la entrega de la plantilla. «Los jugadores acabaron extenuados. Aunque al principio el equipo estuvo muy nervioso, luego lo hizo muy bien. Al final el Montañeros metió más gente de ataque, movió el balón rápido y se ve que el fútbol es un estado de ánimo, porque sus jugadores tienen mucha confianza», indicó.
El sufrido público
Tres meses después del último triunfo en casa, que se produjo contra el Guijuelo el 18 de octubre, el público de A Malata disfrutó de nuevo de una victoria. «La afición es de diez, como para hacerle un monumento. Las expectativas de todos estaban en el ascenso. Ahora ven que el equipo ocupa uno de los puestos de descenso y yo más no puedo pedir, solo dar las gracias por todo lo que nos ayuaron en este partido», añadió el preparador santiagués.