El Montañeros le saca los colores al Pontevedra en su estreno en Pasarón

Tino Rascado

PONTEVEDRA

23 nov 2009 . Actualizado a las 17:30 h.

Nadie se podía esperar algo semejante. El Pontevedra afrontaba la recta final de la primera vuelta con ilusiones renovadas tras su derrota en Ponferrada la jornada anterior. El Montañeros, un equipo que se había colocado de rondón en la categoría ante la crisis económica del Ciudad de Santiago, acabó sacándole los colores al Pontevedra. Un gol de Herbet en el minuto 28 y otro de Rubén Pardo, en el descuento, tiró por la borda las muchas ilusiones que tenía el equipo de Roberto Aguirre para conectar con la cabeza de la clasificación.

Y eso que, tras la toma de contacto con el césped de Pasarón después del diluvio caído el día anterior sobre la ciudad del Lérez, los de Roberto Aguirre llevaron la iniciativa en el juego ante un Montañeros que acudía por primera vez a Pasarón. Ante un rival que exponía los mismos argumentos: buen toque de balón y profundidad en su juego, el Pontevedra tomó el mando del partido y lo manejó con buenas formas hasta que en el minuto 28 Herbert disparó a portería sin mucha convicción y tras tocar el esférico en la cabeza de un jugador local acabó en el fondo de las mallas.

Era lo que peor le podía pasar a un equipo que lleva recibidos demasiados traspiés a pesar de su buena disposición táctica, pero al que le sigue faltando gol.

Y eso que en los primeros 20 minutos el dominio local se intensificó por momentos. Iván Carril y Charles tuvieron buenas ocasiones para abrir el marcador antes de recibir el gol. Su profundidad a fue a más, entrando por las bandas y puso en aprietos al equipo del ex deportivista José Ramón.

En cualquier caso, con ventaja visitante apareció una vez más la fragilidad que sustenta al equipo de Pasarón. El balón rueda con soltura de un lado a otro, pero le falta decisión en el remate a la hora de buscar puerta, con lo que muchos puntos se le están quedando por el camino.

Tras el descanso, Charles puso a prueba de nuevo a Diego con un disparo enrabietado. A esas alturas, el Montañeros tenía muy ganada la batalla. El trabajo defensivo de Ángel, Dopico, César y Pablo López frenaba en muchas ocasiones los ataques rivales. Entre los más claros estuvieron dos de Claudio, que tuvo el empate en sus pies en una jugada por la banda izquierda en la que tenía solo al recién incorporado Iban Espadas. Pero el granate se empachó de balón y en lugar de dárselo a su compañero lo tiró al cuerpo de Diego. Luego llegarían también otro muy claro de Charles, que entraba en la recta final sin fuerzas, como el resto de sus compañeros.

Para ponerle la guinda al encuentro, Romay y Rubén Pardo creaban otras dos nuevas ocasiones muy claras. La de Rubén Pardo acabó en la red y con ella los gritos de fuera hacia el entrenador y los jugadores del equipo de Pasarón.