Lo extraño fue su eliminación en el Open Británico. Quizá entonces, cuando falló el corte en Turnberry, nació la rabia que ha llevado a Tiger Woods a encadenar dos títulos fabulosos llegando desde atrás, remontando en los últimos días. Si ganó a lo campeón el Buick, el domingo completó una fenomenal remontada frente a Padraig Harrington en el Bridgestone Invitational, en Akron (Ohio). Todo un aviso de cara al Campeonato de la PGA, que empezará el jueves en Hazeltine.
Woods, número uno mundial, compartía el partido estelar con Harrington, que llegó líder a la ronda decisiva y se ha convertido en los últimos años en uno de los pocos jugadores capaces de encadenar varios grandes, con dos títulos en el Open Británico y otro en el PGA.
El duelo estuvo igualado hasta llegar al hoyo 16 del Firestone Country Club, un par 5 bautizado como el monstruo por Arnold Palmer. Harrington mandaba por un golpe, y entonces se derrumbó ante la mejor versión de Woods. El irlandés vio como el número uno hacía un buen birdie mientras su bola iba al agua antes de apuntar 8 golpes en la tarjeta, triple bogey . «Hice 6 y 8 golpes los dos últimos días, para mí realmente este hoyo es un monstruo», admitió después Harrington.
En aquel hoyo se había terminado el torneo. Woods tuvo tiempo para cerrar su vuelta a lo campeón, con otro birdie en el último hoyo y firmar de nuevo una tarjeta con 65 golpes (-5), 268 (-12) en total, con cuatro de ventaja sobre Harrington y Robert Allenby. «Fue una gran batalla durante todo el día», celebró el número uno mundial tras su victoria.
Tiger Woods gana casi como por costumbre. Y con este triunfo se convierte en el primer jugador en la historia del PGA en vencer siete veces en el mismo recorrido. En Akron se hizo con siete títulos en el Bridgestone Invitational, que disputó diez veces y en el que nunca acabó por debajo del quinto lugar.
Esta fue la victoria número 70 de Woods en el circuito de la PGA, a solo tres de Jack Nicklaus, y doce de Sam Snead, que tiene el récord absoluto.