Federer se examina ante la historia

DEPORTES

07 jun 2009 . Actualizado a las 02:43 h.

Aunque dos años antes había tomado el relevo de Pete Sampras en un partido de alto contenido simbólico en Wimbledon, el reinado de Roger Federer comenzó una tarde del verano del 2003 en la catedral . Su triunfo sobre Mark Philippoussis, que le valió el título en Londres, abrió una era en la que paseó su tenis elegante, completo, demoledor también, por las pistas de todo el mundo. El fabuloso viaje del suizo puede coronarse hoy ( La 2 de TVE, 15.00 ) en París si gana a Robin Soderling y completa el Grand Slam. La historia lo situará junto a Fred Perry, Don Budge, Roy Emerson, Rod Laver y Andre Agassi, los únicos que acapararon a lo largo de su carrera los títulos en Australia, Roland Garros, Wimbledon y el US Open.

Todo parece dispuesto para que corone su palmarés con 27 años, a punto de ser padre, porque sus grandes rivales fueron cayendo por el camino. Philipp Kohlschreiber eliminó a Djokovic; Fernando González tumbó a Murray; y Rafa Nadal, invicto desde siempre en Roland Garros, donde fue su verdugo en las tres últimas finales, perdió con Soderling.

Federer no llega a la final con una superioridad aplastante, como hizo Nadal el año pasado sin perder un solo set en todo el torneo. Dio síntomas de debilidad en casi todos los partidos, pero también ha sabido sufrir y solo un triunfo lo aparta del título que le falta.

Nadie perdió jamás cuatro finales de Roland Garros en toda la historia del torneo. De entre otros fenómenos de la época reciente a los que solo le faltó el título en París para completar el Grand Slam, como Sampras, Becker, Connors y Edberg, solo el sueco llegó a disputar el último partido por el título, antes de caer frente al emergente Michael Chang.

La sorpresa del torneo

El último obstáculo para Federer es Soderling, un sueco de palmarés liviano, que no contaba nada antes de iniciar su desafío en Roland Garros, desde su vigésimo quinto lugar del ránking mundial. Pero el hecho de haber derrotado a Nadal y la extraordinaria fiabilidad que transmitió durante todo el torneo como pegador sin grandes puntos débiles lo avalan. Nunca le ganó a Federer; pero tampoco había derrotado jamás a Nadal.

Aunque pisa terreno pantanoso, el de las comparaciones entre distintas épocas, Agassi, el último tenista que ganó los cuatro grandes, adelanta: «Si vence será el mejor tenista de la historia. Se acabaría la discusión». El estadounidense será el encargado de entregar hoy el trofeo al ganador. Esta semana, Federer admitió en un test para la televisión que desconoce el nombre de la Copa de los Mosqueteros, y apenas acierta a citar entre ellos a René Lacoste y Jean Borotra, olvidando a Jacques Brugnon y Henri Cochet. Quizá esta noche duerma junto a ella.