El Breogán guarda más decepciones que regocijos en partidos clave a lo largo de su trayectoria. La última gran alegría llegó hace diez años con el ascenso a la ACB
22 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.A lo largo de la historia del Breogán, se han mezclado grandes alegrías con profundos disgustos. El Leche Río se enfrenta esta noche a una nueva situación límite. Sólo vale ganar y el equipo celeste deberá tirar de casta y calidad para recuperar el factor cancha ante el correoso Villa de Los Barrios.
La última gran alegría del Breogán se produjo el 23 de mayo de 1999. Entonces, los celestes superaron al Melilla por 79-77 con dos tiros libres de David Gil a falta de dos décimas. Certificaron el regreso a la ACB después de militar una temporada en la EBA y tres en la LEB. La gesta llegó después de que los norteafricanos encarasen el último cuarto con siete puntos de ventaja. La ciudad vivió la victoria con alborozo después de sufrir durante cuarenta minutos en el Pazo.
Otro de los grandes partidos del Breogán llegó el 12 de mayo de 1990. Entonces, los celestes se jugaban la permanencia con el Ourense en un play off al mejor de cinco partidos. Los de la ciudad de As Burgas dieron primero en Lugo, pero el por aquel entonces Dyc remontó. Muchos autocares de la ciudad amurallada se desplazaron al Paco Paz para arropar a los suyos. Después de un inicio titubeante, el conjunto que dirigía Ricardo Hevia se repuso tras el descanso. Los 24 puntos de Manel Sánchez, la defensa de Óscar Peña sobre Roland Gray y la dirección de Xavi Roca fueron esenciales. Junto a ellos, una pareja interior de muchos quilates: George Singleton y Greg Foster. Puro romanticismo breoganista.
Reveses
Pero si los momentos dulces han permanecido en la retina de los aficionados lucenses, los más amargos aún pasean por los paladares.
El más reciente llegó el 14 de mayo del 2006. El Breogán se jugaba la permanencia en Valladolid y rubricó un pésimo encuentro. Los celestes cayeron por 84-74 y quedaban sentenciados a la LEB. Devin Davis y Paco García fueron dos de los verdugos del que había sido su equipo. La era de Moncho López como técnico tocaba a su fin.
El 30 de abril de 1995, en Girona, el Breogán afrontaba el último partido del play off por la permanencia. Dos autocares de aficionados se desplazaron a un encuentro de máxima tensión. Sin el sancionado Marlon Maxey, los celestes buscaban la proeza ante los catalanes. Pese a la actuación de Tharon Mayes (38 puntos, 10 rebotes y 18 faltas recibidas), los lucenses se caían al pozo de la EBA después de perder 77-67.
Ocho años antes, el 5 de abril de 1987, el Leche Río vivía otra mala pasada en Cataluña. En la temporada de los incidentes acaecidos durante el choque ante el Oximesa, el Breogán perdía la categoría contra el Espanyol. Con un 106-94 en Barcelona, los celestes ponían fin a tres años en la élite.
Y hace menos de un año, en Cáceres, el Bruesa enterraba las posibilidades de ascenso a la ACB del Breogán en las semifinales de la Final Four.
Esta noche, el Leche Río intentará comenzar a escribir un libro antológico con el que cerrar el curso 2008-2009 en la LEB Oro. Con paso hacia la ACB.