La plantilla del Gestibérica está de nuevo en huelga. Siguen sin cobrar ninguna de las cuatro mensualidades que les adeudan, continúan sin noticias de la junta directiva y a tres días vista del último partido de la fase regular amenazan con no presentarse a jugar en El Prat. Por el momento no hay solución. Ni una ligera esperanza.
El problema es de liquidez. Mucho se ha hablado la semana pasada de la garantía del aval federativo (180.000 euros) que tendrían los jugadores del Ciudad de Vigo para percibir todos sus honorarios (la deuda asciende a 100.000, según la directiva), pero a estas alturas, lo que necesita el plantel es dinero contante para poder hacer frente a sus gastos corrientes: «Necesitamos una solución porque la situación es insostenible, de ahí nuestra medida», explicó Martín Calvo. El más joven del plantel no se cortó a la hora de hablar del manido recurso del aval -al que había recurrido la directiva para desactivar la huelga-: «Nosotros tenemos garantizado que vamos a cobrar, pero explícale al del supermercado que vamos a pagar con un aval, o al del banco. Son necesidades humanas, es falta de liquidez, estamos hablando de cuatro meses. Las necesidades que nos aprietan no nos dejan estar tranquilos. Si hay tanta seguridad del aval, que se adelante el dinero por otras cuestiones; nosotros lo que tenemos es un problema de liquidez. El aval como mínimo no se puede cobrar hasta julio, ¿Y, mientras, qué hacemos?».
En parte, porque en una categoría como la LEB 2, los profesionales se apartan del estereotipo de sueldos elevados y glamur: «A veces se idealiza bastante a los jugadores y la realidad es que somos trabajadores más con las necesidades que tiene todo el mundo, máxime con cuatro meses sin cobrar. Hay jugadores que tienen una familia que depende de lo que cobren. Estamos en nuestro derecho y necesidad de solucionar esto», sentenció Calvo.
Ante semejante panorama, los protagonistas tratan de ayudarse mutuamente, como explicó el capitán Shawn Jackson: «Vivimos una situación muy fastidiada y lo único que podemos hacer es ayudarnos entre nosotros».
Desde que la huelga comenzó el pasado lunes (aunque los jugadores hicieron un paréntesis para jugar el pasado jueves), la directiva siempre ha aludido a la demora de una ayuda del Concello de Vigo como el detonante del desfase, algo que no convence a los jugadores. «Hablan de deudas del Concello, pero a nosotros quien nos contrató fue el Gestibérica y estamos a la espera de que se alcance una solución». Antes del viernes, si el equipo vigués no quiere dejarse dos puntos en los despachos.