«Cuanto más aprietas a este equipo durante el partido, peor responde»

Tino Rascado

CDLUGO

El técnico del Pontevedra, que asegura que aún no hay nada perdido en la lucha por la fase de ascenso, cree que los jugadores necesitan más comprensión y cariño

15 abr 2009 . Actualizado a las 17:40 h.

Si parecía imposible que el Pontevedra alcanzase la promoción de ascenso hace cuatro meses, cuando Aurelio Gay se hizo cargo del equipo, tras llegar a donde llegó nadie esperaba que cayese en picado. En las tres últimas jornadas sumó uno de nueve puntos, aunque el técnico no pierde la esperanza de volver a la cuarta plaza.

-¿Está todo perdido?

-No. En absoluto. No hay nada perdido. Lo único que hemos perdido ha sido la posibilidad de haber puesto un pie en el play off en estas tres últimas semanas.

-¿A qué se debe a que el equipo haya sumado un punto de los nueve posibles cuando estaba en su mejor momento?

-Llevábamos una marcha muy buena y todos los partidos no podíamos ganar. Era muy difícil para nosotros. Todo está en el punto que todavía deseábamos. Con opciones, quedándonos cuatro partidos. Sabíamos, o por lo menos yo intuía, que iba a ser muy difícil. En ocho semanas nos pusimos en el play off y todo parecía más sencillo de lo que era.

-¿Y a esas alturas no se había muy de cara la situación para el Pontevedra?

-No. Que va. Ya dije que quedaba muchísimo por trabajar y quedaba muchísimo por jugar. Cuando llegamos a la cuarta plaza aún quedaban siete partidos, con rivales muy difíciles que están ahí con nosotros. Pero en ningún caso lo vi fácil ni tan siquiera cuando estábamos cuartos.

-¿La derrota ante el colista Valladolid B hizo sonar lo suficiente la alarma?

-Creo que sí porque luego el equipo frente a la Cultural reaccionó y jugamos buenos minutos mientras estuvimos en las mismas condiciones numéricas que el rival. Después, en los últimos 30 minutos, cuando nos quedamos en inferioridad, fue otro partido. Es un rival muy fuerte. Pero el equipo reaccionó ante el segundo clasificado creo que estuvimos francamente bien la primera hora.

-¿Qué parte de culpa tuvo Yuri en la inferioridad? ¿Fue una autoexpulsión?

-Pienso que no. Estaba tan centrado en el partido que llega un segundo tarde en la acción de la segunda tarjeta y golpea justamente después de que el rival haya soltado la pelota y es sancionado, no sé si con rigurosidad o no, eso ya da lo mismo y me imagino que no tenía ninguna intención de dejar al equipo con diez. Eso sí que es evidente. El primer jugador abatido fue él. Estuvo todo el día y al día siguiente francamente mal.

­-¿Cómo lo asimila un entrenador cuando el equipo se estaba jugando tanto?

-Tienes que hacer lo que creo que hay que hacer. Animar al chico, intentar que no suceda con otro compañero o demostrarle que si nos quedamos con diez la cosa se pone más complicada porque con once ya nos cuesta ganar. Y que sea una lección para que todo el mundo esté atento en el partido para terminarlo con once, que es lo que mejor nos puede pasar.

-Y es que después de ir por delante con dos goles el empate supo a muy poco, ¿no?

-Sí. Ese partido era clave haberlo ganado, aunque si lo hubiésemos hecho también estaríamos ahora con 53 puntos y seguiríamos en este momento en el play off, pero era un paso muy importante sobre todo de cara a la moral de haber conseguido una victoria después del tropiezo de Valladolid. Y seguro que hubiésemos afrontado con menos nerviosismo el partido del Lugo. Creo yo.

-¿Y qué pasó ante el Lugo en el Anxo Carro?

-Ya lo dije en la rueda de prensa. Salí bastante enfadado de la intensidad a la que jugó el equipo. No habíamos hablado de eso, sino de todo lo contrario. Sabíamos que el Lugo era un rival que hacía ocasiones y goles a casi todos los rivales, que es verdad que encaja bastantes. Quedé sorprendido de ver a nuestros jugadores llegar dos o tres metros después de que el rival recibiese y un segundo tarde. Y eso no era lo que buscábamos.

-¿A qué se debió?

-Nosotros tenemos tenemos que afrontar esos partidos de forma más exigente y más dura. En el calentamiento vi al equipo bien y sin embargo luego en el partido no. Estuvimos lejanos, expectantes. No estuvimos cercanos al rival, no estuvimos agresivos y ellos sí. La diferencia, en el partido, fue esa.

-Los cambios que hizo tampoco arreglaron nada.

-Pero llegamos al descanso vivos, por decirlo de alguna manera y ahí si que intentamos que incrementar la intensidad. Que jugásemos más fuerte, más agresivo, lógicamente, porque era lo que nos estaba faltando en ese momento. Y sobre todo también poner más el balón en el campo contrario, pero curiosamente cuando más le aprietas a este equipo durante el partido, peor responde. A lo mejor lo que necesita es más comprensión, más cariño o más efecto, porque cuando le aprietas, que ya ha pasado en algún momento en el descanso, el equipo entra al campo peor, por lo que hay que tenerlo en cuenta para siguientes partidos.

-Es decir, ¿se ha encontrado con que los jugadores acusan sus broncas?

-No es bronca, sino que cuando les exiges un poco más, no alcanzan a darlo. Sin embargo, cuando desde el principio le hablas de forma... no sé cómo decirlo, comprensiva o cariñosa, parece que dan mejor rendimiento. O sea, no responden a un estímulo agresivo.

-Pero estamos hablando de profesionales...

-Ya, pero esto es Segunda B. Es verdad que ellos viven de esto y que cobran y todo lo que queramos, pero estamos en Segunda B.

-¿Qué va a pasar en las cuatro últimas jornadas?

-Puede pasar cualquier cosa. Están inmersos muchísimos equipos para lograr el cuarto puesto. Que va a haber enfrentamientos directos, que todos tenemos muchas posibilidades y la lectura principal es que ninguno de los que estamos ahí ha sido capaz de lograr en las últimas tres o cuatro jornadas tres o cuatro victorias. El mejor quizá haya sido el Celta B en las últimas semanas, pero hace dos el Zamora parecía que estaba desterrado y el Ferrol... Y cuando han ganado dos o tres partidos se han metido ahí. Nosotros, que les habíamos pasado a todos por encima en seis semanas fantásticas, los hemos perdido. Por lo que puede pasar cualquier cosa.

-¿Qué mensaje le manda a la afición para estas cuatro últimas jornadas?

-El de siempre. Que sigan confiando en el equipo. Creo que la afición no nos va fallar hasta el final. Seguro que va a estar con nosotros. El partido del domingo con el Ciudad de Santiago ya no es que sea clave sino que es definitivo y el equipo va a responder bien. Seguro que la gente de nuevo va a estar apoyando a su equipo hasta el final, como ha sido siempre hasta que tengamos opciones de clasificarnos. Estoy seguro que habrá una respuesta fantástica de la gente y sobre todo del equipo.